La reciente etapa de Bill Goldberg fue sorpresiva, pues a pesar de varias críticas, el fortachón logró dar dos grandes encuentros ante Brock Lesnar, los cuales contaron con todos los ingredientes que logran convertir a las personas en fans de la lucha libre profesional, en especial la capacidad de generar emoción.
Y el generar emoción es importante, sobre todo en una época en que los fans actúan como si fueran parte del espectáculo, con cánticos que parecen ser más juicios o calificaciones hacia el desempeño de los luchadores. La capacidad de asombro se ha perdido.
Y ya que mencionamos críticas hacia Goldberg, el que sus primera lucha ante Lesnar y su encuentro con Kevin Owens duraran tan poco tiempo, hizo creer a muchos que el fortachón no tenía la energía para luchar más de un minuto, lo cual es ridículo, tomando en cuenta que siempre ha sido un atleta de alto rendimiento, alguien que cuando hizo la transición del futbol americano profesional a la lucha libre en 1996, estudió también grappling (muchas fuentes dicen que MMA, pero en esos tiempos no se enseñaban las MMA como tal, y el término comenzó a usarse por idea de Jeff Blatnick, John McCarthy y Dave Meltzer hasta UFC 17, en 1998).
Y en este siglo, Goldberg ha seguido practicando deportes de combate como estilo de vida, en especial el muay thai, como puede verse en esta imagen que subió a su cuenta de Instagram, donde aparece entrenando con el tres veces Campeón Mundial de Karate, Ernest Miller.
«The Cat» Miller es recordado por su etapa con WCW, donde se hizo famoso por sus bailes antes de sus luchas. También estuvo en WWE de 2002 a 2004, donde tuvo como tema de entrada Somebody Call My Momma, que luego fue reciclado para Brodus Clay.