Por Gladys Trujillo
Luego de un año inactiva, la «Locomotora» Oliveras llegó a Cancún para defender el cinturón de peso súper ligero avalado por el Consejo Mundial de Boxeo, que ganó en octubre de 2013 ante Lely Luz Florez. Defensa activa, pues en el escritorio defendió su título también, debido a las trabas que tuvo para volver a pelear.
Pues bien, argentina contra argentina, con la «Pantera» Farías enfrente, Alejandra Oliveras debió sacar los puños que le prometió en la conferencia, luego de que Erica la llamara «vende patrias».
Y es que para la «Pantera» es inaceptable que Oliveras «no lleve los colores de Argentina en el corazón» luego de Oliveras saliera de su país para ir a México en busca de una oportunidad de pelear porque necesitaba volver al oficio que le permite ganarse el dinero honradamente.
Pues bien, pocos pueden, de manera legal, pasar de las palabras a los puños y así fue el caso de Oliveras y Farías.
La «Locomotora» fiel a su apodo, encarriló el ataque hacia su rival y buscó apalearla desde el inicio, para hacerla sentir el poder. Pero la «Pantera» llevaba una estrategia bien planteada para ese combate: usar las piernas en todo momento para no ser blanco fácil.
Su mejor golpe fue de derecha y con ese entró, pegó y salió en muchas ocasiones a lo largo del combate. De esta manera hacía fallar a Oliveras, no recibía el impacto y reordenaba el suyo.
Oliveras buscó la manera de conectar a Farías a dos manos, pero no de la manera en que buscaba puesto que Erica le salía del paso, si no por piernas, con enganche. Esa fue la clave para Farías: la potencia de piernas y el enganche.
Al tú por tú, la «Pantera» fue sacudida y por eso recurrió a los aspectos arriba mencionados. Alejandra no pudo conectar el golpe venenoso que le diera el nocáut a su favor, pero sí lastimó a la Erica Farías. Sin embargo, las huellas de la batalla las presentó Alejandra, en el pómulo derecho.
La estrategia de Farías estuvo bien planteada en ese aspecto y fue lógico, pocas sobreviven al intercambio de la «Locomotora».
En el último round, la Oliveras sacó todo lo que llevaba para buscar el nocáut y Farías recurrió a lo hecho en los últimos rounds, a las piernas y el rebote.
Al final, un juez vio ganar a Oliveras por un amplio margen de 99 a 92, mientras que los dos restantes vieron la victoria del lado de Farías por 97 a 94 y 97 a 93. Farías derrotó a Oliveras por decisión mayoritaria y se coronó como la nueva campeona de peso súper ligero del Consejo Mundial de Boxeo.