?){kind=link}
Ya esperábamos los aficionados como agua de mayo (nunca mejor dicho) el primer PPV de SmackDown tras WrestleMania 33, WWE Backlash (2017). En buena parte, como ya analizamos aquí en SÚPER LUCHAS, el cartel del magno evento no dejó muy bien parada a la marca azul, exceptuando la gran lucha entre Shane McMahon y AJ Styles que sirvió de apertura.
Bray Wyatt y Randy Orton conjuraron un encuentro que no cumplió con las expectativas, considerado por Dave Meltzer lo peor de la noche; la división femenil pasó sin pena ni gloria pese a contar con 6 luchadoras implicadas dentro de un Six-Pack Challenge; mientras que el combate mixto de duplas fue una mera excusa para la proposición marital de John Cena. Por tanto, urge una redención mes y medio después del magno evento.
A priori, algo que llama la atención es el añadido de tres combates sacados un poco de la manga en apenas 24 horas para completar el PPV: Tye Dillinger vs. Aiden English, Sami Zayn vs. Baron Corbin y Luke Harper vs. Erick Rowan. Y sin embargo, pueden ser la sorpresa de hoy.
Dillinger, como de costumbre, encenderá al público del Allstate Arena, pues se trata de una aguda decisión creativa colocarlo en el kickoff, aunque un tanto predecible en su resultado. Caso contrario precisamente al Corbin-Zayn, pues se espera mucho de los dos en un futuro cercano y una derrota supondría un varapalo, sobre todo, para el ascenso de «El Lobo Solitario», de quien se dijo que WWE planea hacer el principal rudo de SD. De todas formas, seguro se tratará de un buen duelo, conociendo la calidad del canadiense y el gran progreso de Corbin desde su debut en WrestleMania 32. Por otra parte, personalmente tengo muchas expectativas puestas en el Harper-Rowan, quienes con más minutos a su disposición que en sus anteriores choques, por fin podrán desarrollar algo decente.
The Usos vs. Breezango por el Campeonato de Parejas SmackDown puede suponer un impulso para el panorama de duplas, y los técnicos aquí juegan un papel fundamental. Porque los samoanos, queramos o no, estancan cualquier división de parejas por la que pasan. Ya les ocurrió bajo Raw, y, pese al cambio a rudo de sus personajes, ha vuelto a pasar. Por el bien de los equipos de SD, Breeze y Fandango deberían ganar el título e iniciar un reinado que reúna más adeptos a la causa.
Ahora vamos con las féminas, y otra vez tendremos a las mismas protagonistas del comentado Six-Pack de WM, cambiando a Alexa Bliss por Tamina. Por desgracia, hay poco que comentar, creo que la inminente lucha resultará igual de intrascendente que aquella. De acuerdo, el PPV se llama Backlash, y una revancha se antoja acorde con la temática, pero, ¿no hubiera sido más interesante un 1 vs. 1 entre Naomi y Natalya bajo alguna estipulación especial?
Obviando todas las veces que ya se han batido el cobre Shinsuke Nakamura y Dolph Ziggler en distintos WWE Live, es el combate que seguramente levante la mayor ovación de la noche por la popularidad del nipón. Mi problema con este choque es la escasa incertidumbre que genera ante la evidente victoria del favorito, que además supondrá otro freno a las aspiraciones del rudo. Y es que Ziggler siempre acaba encontrando un obstáculo de cara a un éxito (titular) definitivo. Quizá se convierta en una de las luchas de la temporada y yo sólo hable desde la perspectiva de seguidor del «Showoff», pero lo veo demasiado predecible.
Tampoco tengo buenos augurios para el Randy Orton vs. Jinder Mahal, y en buena parte, también tiene que ver con el desenlace. Si el aspirante se hace con el Campeonato WWE quizá cause un buen impacto en las audiencias asiáticas, aunque no creo que sea una decisión rentable a nivel nacional; queramos o no, el público yankee todavía representa la mayor fuente de ingresos del producto McMahon. Y si Orton conserva la correa, todo el plan habrá quedado un poco en «coitus interruptus». Del combate propiamente dicho, preveo que el nivel será decente a secas.
Ahora sí, hablo del que, según algunas informaciones, se estipulará como estelar: Kevin Owens vs. AJ Styles por el Campeonato de los Estados Unidos. Seamos exigentes, DEBE pasar a formar parte de las listas de lo mejor del 2017 en WWE; aquí importa menos quién se lleve el gato al agua. Una lucha perfecta para cerrar cualquier PPV si finalmente se cumplen los rumores, y que elevará sin duda al cetro de los EEUU casi por encima del Campeonato WWE, tal y como predijo «El Fenomenal».
WWE Backlash (2017) tiene en este último duelo su gran aval para presentar competencia a WWE Payback (2017), PPV que acabó sorprendiendo a más de uno. Tras ciertos tics negativos de los últimos SD Live, la facción de Shane McMahon necesita volver a sus fueros y mostrar credenciales que terminen por consolidar su condición de show más valioso de la compañía.