No Mercy 2017 quizás sea un PPV poco memorable para muchos seguidores de WWE, pero albergó un simbólico pase de antorcha entre John Cena y Roman Reigns, que confirmó definitivamente la condición del segundo como cara principal del Imperio McMahon, coincidiendo con la «abducción» del primero por Hollywood poco después.
Un relevo que marcó el inicio de una caída muy acusada de los ratings de los principales programas de la empresa, que alcanzaron mínimos históricos (especialmente Monday Night Raw), obviando la crisis del coronavirus, sin que haya visos de una vuelta a los niveles de antaño.
► «The Big Dog» no es «The Big Draw»
Y en el último episodio del podcast ’83 Weeks’, Eric Bischoff considera que este papel quizás le vino algo grande a Reigns (créditos a Wrestling Inc. por la transcripción).
«No quiero restarle méritos a Roman Reigns, siento muchísimo respeto por él, pero se le empujó a ciertas posiciones para obtener unos beneficios y probablemente no estaba preparado del todo».
Imposible no conectar las palabras de Bischoff con las siguientes de Dave Meltzer en mayo del pasado año.
«Cuando la lucha libre estuvo en su punto más alto, siempre hubo uno o más tipos —generalmente uno— que los llevó a hacer números récord. Ahora ese tipo no está. Roman Reigns fue puesto en esa posición, pero no es ese tipo. John Cena fue puesto en esa posición y tampoco fue ese tipo, a pesar de que antes sí marcaba la diferencia y también parte del declive tiene relación con el hecho de que se ha ido».
¿Será ahora «ese tipo» Roman Reigns, después de su tan comentado paso al bando rudo? Las visualizaciones en YouTube de sus apariciones bajo el último episodio de SmackDown desde luego lucen muy por encima de las cosechadas por el resto de «highlights» del show, pero el número de telespectadores y el rating del mismo cayeron respecto al anterior viernes. Y esto es lo que de verdad importa a WWE. La pregunta pasa por si la compañía tiene algo mejor en su elenco.
