Hace 24 años de un día como hoy, el viernes 11 de enero de 1991, en unos relevos australianos, Máscara Sagrada, Octagón y La Fiera derrotaron en la lucha estelar de la Arena Coliseo al trío de rudos integrado por Pierroth Jr., Fuerza Guerrera y Pirata Morgan, quien aquella noche, después de la lucha, tuvo que salir directo al hospital.
En la lucha semifinal de la misma función, Los Espectros (el Jr. y el de Ultratumba) secundados por Jaque Mate se enfrentaron a Volador, Misterioso y Huracán Sevilla.
En otro encuentro, Los Destructores (Tony Arce y Vulcano) en compañía del Hijo del Gladiador, resultaron triunfadores del combate ante las Águilas (Solitaria y de Plata), quienes fueron apoyados por Solar II.
Hoy, 11 de enero, se cumplen 73 años de aquella tarde dominical de 1942 en que la antigua Arena México presentó su tradicional función popular cuya lucha estrella mostró al finísimo Black Guzmán derrotando al Charro Aguayo.
En la lucha semifinal, El Enmascarado Rojo expuso su máscara por tercera semana consecutiva en el mismo recinto. Dos semanas antes había sido ante Bobby Segura, a quien la afición indultó ante la inconformidad del corpulento Enmascarado, por lo que la lucha se volvió a llevar a cabo la semana siguiente (domingo 4 de enero) y esa vez ya no hubo clemencia para Bobby, por lo que éste tuvo que ser trasquilado. En este domingo 11, El Enmascarado expuso otra vez su identidad, ahora contra la cabellera del Puma Balderrama, y de nueva cuenta salió con la máscara en su sitio. Pero cara pago su osadía el encapuchado al apostarla de nueva cuenta la semana siguiente, esa vez ante Firpo “El Zapatero” Segura, pues en esa cuarta consecutiva apuesta salió derrotado y despojado de la máscara para dar paso a Miguel El Tanque” King.
La misma tarde, en la lejana Ciudad Juárez, en la Arena Panamericana de aquella fronteriza ciudad, se llevó a cabo una lucha estrella en relevos entre las parejas de Gorila Ramos y Bobby Bonales y la que formó el fiero norteamericano Marino Crowder con el Príncipe Omar.
En Monterrey había en esa época guerra de empresas, y la que daba el espectáculo en la plaza de toros El Coliseo presentó una batalla campal de siete luchadores, y tal disparidad obedeció a que participó en ella el voluminoso Hipopótamo Wiggins, quien debido a su corpulencia exagerada respecto de la de los demás participantes, tendría que –según se estipuló—enfrentarse a dos rivales a un tiempo. Así las cosas, y de acuerdo al orden de eliminación, fueron Adolfo Bonales y Eddie Black quienes se enfrentaron al “búfalo de agua”, y le vencieron.
Por su parte, para hacerle frente a la competencia de los del Coliseo, la Arena Monterrey programó un gran Team Match que fue ganado por la pareja conformada por el gran ídolo Bobby Arreola y el Campeón de Peso Medio del Norte: Chato Cabral, al dueto formado por el terrorífico Cacama y Joe Rojas “El Bandido”. Como hecho curioso, ocurrió que una vez que el Hipopótamo concluyó su lucha en el Coliseo, se vino con los de la competencia a referearles la lucha estelar.
