Glenn Thomas Jacobs, más conocido en el mundo de la lucha como el histórico monstruo rojo Kane, está considerando seriamente dedicarse al mundo de la política en los próximos años. Al igual que algunos compañeros de profesión, la superestrella de WWE cree que su próximo reto es usar la popularidad ganada en la lucha profesional para conseguir el voto de sus conciudadanos. Los precedentes son esperanzadores para el nacido en la base militar estadounidense de Torrejón de Ardoz, situada en España: Jesse «The Body» Ventura fue elegido alcalde de un pueblo de Minnesota para más tarde ejercer las funciones de Gobernador del estado; Antonio Inoki ganó tanta popularidad en la lucha japonesa que logró salir elegido miembro de la Cámara de Representantes desde 1989 hasta 1995, aunque decidió volver a la política hace tres años; The Great Sasuke hizo historia en Japón al convertirse en el primer luchador enmascarado elegido para formar parte del Parlamento de la Jurisdicción de Iwate.
El primer reto de Glenn Jacobs será intentar situarse en el puesto de alcalde de un pueblo del Condado de Knox, en el estado de Tennessee, en una fecha cercana a 2018. El «Demonio Rojo» habló con un medio estadounidense para ofrecer algunos comentarios sobre sus nuevos planes y declaró que decidirá si sus pretensiones son viables o no cuando acaben las elecciones presidenciales de Estados Unidos:
He hablado con algunas personas, pero aún no hay nada confirmado. Creo que lo más importante es que me preocupo mucho por mi comunidad, como mucha gente. La única razón por la que considero acceder a algún gobierno es debido a que la gente me importa mucho. Creo que es obligatorio pasar a la acción para la aquellos que se preocupan por su comunidad.
Estas ambiciones políticas de Jacobs no son nada nuevo, pues el mismo luchador afirmó varias veces que le gustaría dedicarse a estas labores cuando su carrera en el cuadrilátero acabara. Cuando se le preguntó la razón que tenía para intentar representar a su comunidad, afirmó lo siguiente:
Podría vivir donde quisiera, pero vivo en Knoxville porque me encanta. Me encanta la zona este de Tennessee, me encanta su gente. Creo que tienen férreos valores y sentido común. En mi opinión, la filosofía política debería ser reflejo ello y ayudase a mantener el Condado de Knox como un gran lugar para vivir y para tener una familia.