Desde que compró la compañía a su padre, Vince McMahon ha sido quien ha tomado las principales decisiones en WWE. Entonces, ahora y para siempre. Hace y deshace a su antojo. Empuja a tal Superestrella mientras que tal otra no le presta atención.
Pero de cuando en cuando se dan situaciones que escapan a su control, con las que no le queda más remedio que adaptarse, pues al fin y al cabo es un hombre de negocios. The Chairman crea tendencia, ahí está Roman Reigns, pero a veces no se lo permiten, ahí estaba el antiguo Roman Reigns. Su compañía acostumbra a ser una dictadura, pero, en ocasiones, durante un espacio de tiempo, reina la democracia. ¿Cómo nacen esos momentos? ¿Por qué se dan esos cambios de régimen? ¿Quiénes no le dejan gobernar a su capricho? El Universo WWE.
► El poder del Universo WWE
Quiénes recuerdan el antiguo PPV Cyber Sunday guardan en su memoria aquellas luchas cuyos participantes o estipulación quedaban determinados por los votos de los fanáticos. Siempre hubo dudas sobre la veracidad de esas votaciones, pero personas que trabajan o han trabajado en la empresa han asegurado que eran reales, dándose ocasionalmente alguna sorpresa dentro del equipo creativo o del elenco de luchadores. Hoy ese eventos no existe y nada se decide votando, al menos fuera de la junta directiva, pero el público sigue teniendo en sus manos su cuota de poder. ¿Qué hubiera sido de Kofi Kingston, de la KofiMania, si la gente no lo hubiera apoyado en 2019? ¿Y de Daniel Bryan, del Yes Movement, en 2014?
Atendamos a Seth Rollins. WWE intentaba consolidarlo como el babyface número uno de Monday Night Raw en 2019, sin embargo, ante un personaje insustancial -entre muchos otros motivos, como su criticada rivalidad con The Fiend—los fans nunca terminaron de reaccionar de la manera en que eso hubiera sido posible. Hasta que tuvo que cambiar a heel. Poco a poco, se fue reconstruyendo, primero como El Mesías. Y más tarde, desarrollando quién es actualmente, El Visionario, El Revolucionario, Seth »Freakin» Rollins. Pero seguía siendo un villano, eso nunca cambió, simplemente había encontrado su personaje. Hasta que el público empezó a enamorarse de él, a cantar su canción, y volvió a ser un héroe.
Miremos ahora a LA Knight. Un luchador que fue odiado durante toda su estancia en NXT y Vince McMahon incluso lo sacó del ring para ponerlo como mánager de Maximum Male Models cuando lo ascendió al elenco principal. Hasta ese punto el mandamás no veía nada en él. No fue hasta que Triple H se hizo con el control creativo que pudo borrar a Max Dupri de la faz de la Tierra. Para alegría de los fanáticos, no tanto quienes lo descubrieron en WWE, sino quienes sabían de lo que era capaz tras disfrutarlo en IMPACT o la NWA.
Y fue entonces cuando el antiguo Eli Drake demostró a todos su gran carisma y cualidades para las promos. Justamente en una compañía donde estos elementos son tan importantes. Sin embargo, el público todavía lo odiaba, más que nada porque LA Knight tenía una actitud negativa hacia ellos y hacia sus Superestrellas favoritas. Pero eso fue cambiando con las semanas, con cada vez más personas gritando su «L-A-Knight» cada noche así como su «Yeah!» al final de las frases. Hoy, sin que él realmente cambiara nada, LA Knight es adorado por la multitud, que ya quiere verlo Mr. Money in the Bank 2023.
Y para terminar, un tercer ejemplo, aún en camino hacia la adoración: Alpha Academy. Después de mucho tiempo siendo odiado, Chad Gable tomó a Otis bajo su ala, realizando este un clásico turn heel. Entonces, los dos se convirtieron en un equipo de villanos de considerable éxito, hasta el punto de ganar el Campeonato de Parejas Raw, que no recibía más que abucheos en cada arena a la que iban. Y ellos felices, ¿por qué no? Pero recientemente su situación empezó a cambiar, curiosamente, cuando entraron en una historia con los antes señalados Maximum Male Models.
El público no sabía a quién apoyar y tampoco tuvieron tiempo de decidirse pues rápidamente WWE sacó a Mace y Mansoor de la programación y puso a Maxxine Dupri con la Academia Alfa. Ese fue un pequeño paso hacia el bando babyface, pues permitía nuevamente a Otis jugar al juego que jugó -me he mareado de tanto estar jugando—con Mandy Rose. Uno que lo llevó a su pico de popularidad. La gente adoraba aquella dupla y empezaron a disfrutar con la nueva, viéndose Gable arrastrado. Y entonces, de repente, los fans están gritando con él su «SHOOSH!!!» y su «THANK YOU!!!» a los Viking Raiders.
Cada luchador, cada historia, cada situación, es distinta, pero ni Seth Rollins ni LA Knight ni Alpha Academy dieron un paso adelante para abandonar la rudeza en favor del heroísmo sino que fueron los fanáticos quienes los llevaron por ese camino. Fue la gente la que les dio un impulso mayor del que la compañía les estaba dando, o quizá les hubiera dado nunca. Como hicieran con Eddie Guerrero y The Rock en los 2000 o con CM Punk y The New Day en los 2010. Todos ellos no solo cambiaron sino que fueron más grandes que nunca gracias al poder del Universo WWE.