Alexander Gustafsson era amplio favorito. Estaba en su país natal y todos lo daban por ganador, pero nadie se imaginaba el giro que tendrían los acontecimientos.
Era la pelea estelar de UFC Fight Night Stockholm: Gustafsson vs. Johnson (en EUA, UFC on FOX 14), en la Tele2 Arena, de Estocolmo, Suecia. El rival de Gustafsson era el peleador Norteamericano Anthony Johnson.
Desde el toque de la campana, Johnson dominó a Gustafsson, quien estaba en franco retroceso y a la defensiva.
Accidentalmente, Gustafsson le picó los ojos a su rival, y el réferi detuvo momentáneamente la pelea. Esto parecía darle un respiro al de casa. Sin embargo, Johnson quiso reiniciar de inmediato las hostilidades, y pareciera que el piquete lo había enfurecido, pues estaba hecho una fiera.
Después de que Johnson lo llevó al suelo y dejó que sus puños hablaran, Gustafsson se cubrió la cabeza para aminorar el impacto causado por la cantidad de golpes dirigidos a ese sector del cuerpo. Cuando los martillazos comenzaron a llegar por debajo del brazo, el réferi decidió detener el combate, declarando un nocaut técnico.
Minutos después, en el momento en que se declaró a Johnson como vencedor oficial, Gustafsson no aguanto más la tristeza y estalló en lágrimas, contagiando a los espectadores, quienes le dedicaron un gran aplauso para levantar su ánimo.
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