El cineasta Max Landis habla sobre los problemas con la Divas Revolution, el racismo y la homofobia en WWE

Max Landis es un joven escritor, director y actor de Hollywood, pero también gran apasionado por la lucha libre. Entre los créditos de cine de Landis se encuentran los guiones de Chronicle (conocida en Latinoamérica como Poder sin límites), American Ultra (Operación Ultra en Latinoamérica) y la próxima a estrenarse Victor Frankenstein, que estelarizarán James McAvoy y Daniel Radcliffe.

A principios de este año, Landis escribió y dirigió un magnífico cortometraje para YouTube llamado Wrestling Isn’t Wrestling, una especie de documental en el cual narra la carrera de Triple H explicando por qué la lucha es un gran ejemplo de cómo contar historias.

Para saber más sobre sus opiniones acerca de la lucha actual, el podcast The World According to Wrestling entrevistó al artista hollywoodense, quien hizo comentarios muy interesantes:

Sobre la división de Divas y la Divas Revolution:

“Aún con la Divas Revolution, a las mujeres las hacen ver como un elemento separado del resto del show. Desprecio que sea llamada división de Divas. ¿Y sabes qué es curioso? Realmente creo que con todo y lo famoso que es el programa Total Divas, éste ayuda a reducir su rol en la compañía a algo parecido a una lucha de bra y panties. Es como una lucha de bra y panties emocional. Todas las Divas son presentadas como mujeres locas, impredecibles y traicioneras, y realmente no se les permite tener carácter. Luego llevan al elenco principal a Sasha Banks, Becky Lynch y Charlotte Flair –tres personalidades realmente distintas—y las ponen en pequeños grupos, y después los grupos pelean entre sí. Nunca ves esto con los hombres. Los hombres son esparcidos y usados de manera distinta. Con todo y lo bueno que haya dentro de esta Divas Revolution, finalmente es reductiva, porque las hace ver como que sólo son parte de una gran multitud de Divas cuya participación en el show se limita a un pequeño espacio. ¿Cuándo fue la última vez que –además de AJ Lee—una Diva tuvo un rol significativo en las líneas de historia principales?”.

Hace poco, Greg Valentine habló mal de la lucha femenil, diciendo que él “las enviaría a todas a un bar de striptease y las despediría. Ellas no generan nada de dinero, tienen luchas horribles”. Le preguntaron a Landis si creía que comentarios como ése dañaban la percepción de la lucha femenil.

“Creo que se trata sólo de un viejo siendo sexista. Lo que daña a la lucha femenil son luchas de tres contra tres sin contar ninguna historia. Lo que daña a la lucha femenil es que a los personajes no se les permita sobresalir por su cuenta. Lo que daña a la lucha femenil es que Stephanie McMahon sea presentada como la razón por la que haya buenas luchadoras en el show en vez de que sean ellas las que se hayan ganado el lugar. Eso es lo que daña a la lucha femenil, no un viejo chocho en un podcast diciendo que las mujeres deben estar en la cocina. ¿A quién le importa?”.

Sobre el racismo en la lucha y si existe un tope (un techo de cristal) para que los luchadores negros no puedan avanzar:

“Yo pienso que hay un techo de cristal, pero para todos los luchadores. Hablando en serio, puedo decir que el techo de cristal para los luchadores negros es real, cien por ciento. Pero el show de WWE es escrito tan sin orden ni concierto, que a veces no se nota que hay luchadores negros que triunfan, que tienen muchísimo carisma, que son buenos en el ring, que son divertidos para ver. La gente pone excusas, pero al final de cuentas, el luchador más exitoso de todos los tiempos es una persona de color: The Rock. Tiene sangre negra y sangre samoana, o sea que representa a una minoría extra.

“Pienso que hay un elemento de racismo, innegablemente, pero al mismo tiempo no veo a nadie de color en el elenco principal que sea creíble como campeón mundial. En NXT acaba de entrar Uhaa Nation, que puede ser un gran Campeón Mundial de Peso Completo WWE. De otros no sé… ¿Quizá Big E?”.

Sobre personajes gays en la lucha:

“Tengo un punto de vista controversial sobre los personajes gays en la lucha porque no pienso que necesitemos de ellos más de lo que necesitamos personajes heterosexuales. Hasta donde sé, Heath Slater es gay. Siento que esto es como en las caricaturas de los sábados en muchas cosas significativas. Imagínense que llega Darren Young al ring y los comentaristas dicen ‘Y Darren Young es gay’, yo estaría como ‘¿De qué demonios están hablando?’. Es la falacia de ser gay, eso es lo que realmente es, porque si a esas vamos, John McLane es gay en Die Hard. Nunca besa a una mujer en escena, se separó de su esposa… ¡quizá es gay! ¿Habían pensado en eso? Tengo muchos amigos que nunca sabría si son gays a menos de que me lo digan. ¿Pienso que necesitamos a otro Rico? ¿Un personaje amanerado y afeminado? ¡Pienso que no! Si el luchador que interpreta al personaje es realmente así, podrá estar bien, pero piensen en lo extraño que sería. La gente en Internet siempre habla de la necesidad de un personaje luchístico gay, pero yo digo, ¿para qué?”.

LA LUCHA SIGUE...
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