Dustin Poirier todavía está tratando de entender lo que sucedió en UFC 269 el pasado sábado por la noche, por lo que lo que viene a continuación para él es tan difícil de abordar.
De cara a su pelea contra Charles Oliveira con el título de peso ligero en juego, el jugador de 32 años de Louisiana estaba absolutamente convencido de que dejaría el T-Mobile Arena en Las Vegas como el nuevo campeón.
A pesar de su mejor esfuerzo, Poirier finalmente sucumbió ante Oliveira por sumisión en la tercera ronda, que ahora es la segunda vez que se queda corto en su intento por ganar el título indiscutible de peso ligero.
«Soy mucho mejor que eso, y todos dicen eso cuando pierden, pero yo sé que lo soy. Simplemente apesta porque es una de esas cosas. Tal vez nunca vuelva a tener la oportunidad de llamarme campeón del mundo y tener un rendimiento inferior, me lo debía a mí mismo».
“Este era para mí. No fue por el dinero. No fue para probar nada. Fue para mí y me puse a buscar a tientas. Duele.»
Hay una parte de Poirier que siente que nunca volverá a competir por el oro ligero, y eso se debe al menos en parte a su compromiso vacilante de pelear en las 155 libras por más tiempo.
Si bien reducir al peso ligero no es exactamente brutal para él, el veterano de 36 peleas admite que nunca será más fácil.
«No sé si volveré a hacer ese corte. Puede que nunca vuelva a pelear en las 155 libras. No conozco el futuro. Podría haber recortado algunos kilos más. Podría haber entrado en 152 en esta pelea. Mi corte fue tan suave que me sentí genial. Por supuesto, eso es porque hice todas las cosas que se suponía que debía hacer en mi campo de entrenamiento que hicieron que el corte fuera tan bueno».
“Pero no sé si quiero volver a pasar por ese campo de entrenamiento en el que tengo hambre todos los días, compito en el gimnasio y me esfuerzo por consumir calorías bajas. Ya veremos, no lo sé. No sé qué va a pasar «.
Parte de la vacilación de Poirier para comprometerse con el peso ligero por más tiempo se basa en el largo camino que podría tener que recorrer para volver a la contienda por el título. Probablemente necesitar algunas victorias más, combinado con continuos recortes de peso, podría obligarlo a buscar oportunidades en el peso welter.
“Eso fue lo que me llevó al límite para subir a [155 libras] cuando tenía 45 años. Estaba cerca de una oportunidad por el título y perdí ante Conor [McGregor] en 2014, y sabía que tendría que hacer ese corte tres, cuatro, cinco veces más o lo que fuera para tener otra oportunidad por el título, y simplemente no lo tenía en mí para hacerlo.
“Aquí estoy a los 55, y estoy pensando que si tengo que pelear dos o tres veces más para conseguir una oportunidad por el título, no sé si quiero vivir esos campos de entrenamiento con pocas calorías, empujando mi cuerpo como eso.»