Una parte de su reciente entrevista con Cultaholic Wrestling, Drew McIntyre la dedicó a hablar de Cody Rhodes. Comparó su adiós a WWE con el del «American Nightmare» y puso en claro que aunque este tenga la intención de ser Campeón Mundial, la suya propia no ha cambiado en ese mismo sentido. No lo desafía directamente pero quiere aclarar que su objetivo sigue siendo el título máximo.
► Drew McIntyre se compara con Cody Rhodes
“El estado de ánimo es exactamente el mismo, el estado de ánimo cambia repentinamente como: ‘Dios mío, estamos más felices o más tristes’. Personalmente, estoy feliz de verlo de regreso. Y sé que hay algunos de nosotros que, ya sabes, estamos emocionados de ver a Cody de regreso, solo porque somos amigos de él. También por el talento que suma. Es genial ver cuánto ha crecido como artista y como persona.
“Al igual que yo, cuando me fui de la compañía, tuve que ir y encontrar quién era como artista y crecer como hombre. Creo que Cody ha hecho exactamente lo mismo. Es genial, y lo había visto antes de que regresara y estaba al tanto de eso. Pero es genial verlo de vuelta en la WWE, y sabía incluso cuando estaba fuera de la empresa que todavía tenía ese chip en el hombro.
“Como yo, seguro que en el fondo de su mente pensaba: ‘Cuando era más joven se suponía que esto sucedería’. No sé cómo se sintió la compañía al respecto. Pero se suponía que íbamos a ser campeones, pero nunca lo fuimos. Siempre está eso en el fondo de tu mente, sabes qué hubiera pasado si, qué podría haber sido.
“Tuve la suerte de regresar, lograr la gran victoria con el campeonato un par de veces, y planeo obtenerlo nuevamente. Lo sé, de hecho, ni siquiera tengo que decir que sé que Cody siente lo mismo. Literalmente hizo la promo en la que dijo: ‘Regresé para ganar el título que mi padre nunca ganó’.
“Pero sabía que eso era algo que tenía en el fondo de su mente. Porque tuvimos experiencias muy similares cuando éramos jóvenes e hicimos una promesa al mundo. Pero, al mismo tiempo, cayó sobre nosotros que no pudimos terminar el trabajo. Tuvimos que irnos para encontrarnos a nosotros mismos para volver e inevitablemente terminar ese trabajo.
«Mi objetivo es el título, no importa cuándo pueda poner mis manos sobre Roman. Tiene todo el oro, es el hombre en este momento y, francamente, ni siquiera está cerca. Me estoy abriendo camino hacia ese combate, para que suceda en los próximos cinco meses. Quizá en el Principado me lo lleve donde sea que pase, pero obviamente ese sería un escenario de ensueño”.
