Se ha hablado mucho de la luchadora transgénero Alana McLaughlin, y ahora Demian Maia aporta su granito de arena.
McLaughlin ha provocado un debate dentro de la comunidad de las MMA. Derrotó a Celine Provost por sumisión en el segundo asalto en un evento de Combate Américas. McLaughlin nació como hombre y sirvió en las Fuerzas Especiales de Estados Unidos como soldado antes de la transición. Durante una entrevista con Inteligência Ltda., Maia dijo que no le gusta la idea de que los luchadores transgénero compartan la jaula con las mujeres.
«Creo que es absurdo que pongan a una persona que nació hombre a pelear con una mujer. Voy a hablar de mi deporte, que es la lucha. La persona (que se enfrenta a la atleta trans) saldrá herida. No hay comparación. ‘Oh, pero ella empezó a tomar hormonas (femeninas) desde el principio’. No importa. El desarrollo allí… Y no es un prejuicio, nada de eso. Pero hay que entender que para trabajar el tema de los prejuicios en la sociedad, no es así. Esto no es lo que hará que la gente tenga más o menos prejuicios«.
Maia no es el primer luchador de MMA conocido que expresa su opinión sobre el asunto. El ex campeón de peso medio de la UFC y miembro del Salón de la Fama, Michael Bisping, tomó su podcast Believe You Me para opinar. Considera que los luchadores transgénero tienen una ventaja injusta en las MMA femeninas.
Sean Strickland, que compite en la categoría de 185 libras de la UFC, ha tenido quizás la postura más agresiva. Ha saltado a las redes sociales y ha arremetido contra McLaughlin por lo que considera un movimiento «cobarde» al luchar contra las mujeres.
Para muchos aficionados a las MMA de toda la vida, la situación de Alana McLaughlin está haciendo recordar a Fallon Fox. Fox es una luchadora de MMA retirada que también es transgénero. Cuando era una competidora en activo, el comentarista de la UFC, Joe Rogan, dijo que estaba totalmente en contra de la idea de ver a Fox mezclarse con mujeres en las MMA.
