Cuatro razones por las cuales no es el mejor momento para la triple amenaza de los ex Shield

Un dream match o combate de ensueño es aquel que enfrenta a dos o más luchadores que, generalmente, tienen una notable relevancia, haciendo de este un encuentro único. Es el choque de grandes estrellas que todo fanático muere por ver, a tal punto que pasa a ser catalogado como “soñado”.

A lo largo de la historia han sido muchos los combates de ensueño que hemos ido presenciando, desde el Steve Austin vs. Bret Hart, pasando por el Hollywood Hogan vs. The Rock, hasta el más reciente John Cena vs. AJ Styles.

Y si bien el Cena vs. Styles ha sido el último en ocurrir en WWE, el último gran dream match en surgir no fue otro más que Seth Rollins vs. Dean Ambrose vs. Roman Reigns, y ese cara a cara entre los tres ex miembros de The Shield, que además tendrá al Campeonato WWE de por medio, ocurrirá el próximo 24 de julio en el evento pay-per-view Battleground.

Es cierto, hemos estado esperando por este combate desde el momento en que Rollins atacó a traición a sus compañeros y la empresa nos mantuvo expectantes por dos años para que finalmente la espera por una de las luchas más esperadas de la última década termine. Pero no deja de asaltarme una sensación de decepción, misma que me llevó a escribir este artículo, y cuyos motivos explicaré a continuación.

No me malinterpreten, sin lugar a dudas este enfrentamiento es “lo mejor para los negocios”, sólo que, desafortunadamente, éste no debería haber sido el contexto en el que un combate de tal magnitud debería llevarse a cabo. En mi opinión, estos son los motivos por los que no es el momento apropiado para el Rollins vs. Ambrose vs. Reigns:

4- Rivalidad pasajera

The ShieldNadie puede decir que Rollins y Ambrose salieron de la nada, pues como Tyler Black y Jon Moxley lograron convertirse en dos de los nombres más requeridos de la escena independiente antes de ser fichados por WWE en 2010 y 2011 respectivamente. Desde entonces se perfeccionaron en el territorio de desarrollo e hicieron sus debuts en elenco principal a fines de 2012.

Nadie puede decir tampoco que WWE no los convirtió en verdaderas estrellas, puesto que el alcance de la compañía no es comparable con el de cualquier otra organización de lucha libre. Y lo ha hecho más que bien, dado que, junto a Reigns —el orgullo de WWE por haber salido de la casa— son las tres próximas caras de la compañía, la nueva generación, los nuevos Cena, Orton y Lesnar de la época.

Es por eso que una rivalidad entre las tres principales Superestrellas a tiempo completo de la actualidad merece mucho más tiempo de preparación, desarrollo e historia que el se le está dando, ya que al parecer no tendrá una segunda entrega (al menos por un buen tiempo).

Eso sin mencionar que el escenario en que se realizará no es el más idóneo ni mucho menos, pero de eso ya hablaremos más adelante.

3- La percepción de Roman Reigns

Roman ReignsEl compañero José Manuel Vergara ya escribió acerca de esto hace unas semanas, artículo que recomiendo a todo aquel que no lo haya leído y con el que comparto en su totalidad. José explicaba que la suspensión de 30 días de Roman Reigns sería utilizada por el fan acérrimo como un pretexto para bajarlo del trono y finalizar con el proyecto del «Emperador Romano» como la nueva cara de la compañía.

Este hecho podría atraer cánticos en su contra a la hora de los shows o comentarios en las redes sociales que a la vez pondrían al tanto a los fans más pequeños, aquellos a los que está dirigido gran parte del producto, del grave error que cometió el ex Campeón Mundial de Peso Completo.

WWE hizo una jugada inteligente y muy pocas veces vista en sacar a relucir la suspensión —y vendiendo a la falla de Reigns como «un error, algo que todos cometemos»— como parte de esta historia, lo que hizo acallar de alguna forma a las protestas de los fans acérrimos. Sin embargo, es inevitable no pensar en el escándalo cada vez que se menciona a Reigns, y eso es algo que incomoda en medio de una historia tan trascendente.

Por ahora no han habido problemas en lo que se refiere a cánticos u otros altercados, pero será interesante ver qué ocurre la noche del 24 cuando el (¿aún?) favorito de la directiva haga su regreso y si su vuelta recibirá una respuesta cálida o fría. Se verá.

2- ¿Battleground? ¿¡En serio!?

BattlegroundEntiendo que los oficiales estén apresurados por llevar a cabo esta triple amenaza ya que el trío no permanecerá bajo la misma marca tras el WWE Draft celebrado el día de ayer, y es una incógnita cuándo volverán a poder pisar un mismo ring.

Probablemente esa sea la razón por la cual los oficiales decidieron adelantar una lucha que originalmente iba a suceder en un gran evento como SummerSlam.

No quiero ser reiterativo al hacer hincapié en la importancia de esta contienda, más que nada porque todos ustedes saben de ella igual que yo. Pero retrocedamos en el tiempo un par de meses atrás y una vez allí, los invito a que se pregunten: ¿Cuál debería ser el evento estelar de WrestleMania 33? Estoy seguro que un gran porcentaje se habría inclinado por el Reigns vs. Ambrose vs. Rollins con el Campeonato WWE en juego. Pues Navidad llegó antes, pero no exactamente en un buen momento.

Desde su estreno en 2013, Battleground fue de lo peorcito de la programación de WWE, con carteles realmente pobres y críticas no muy favorables. Su argumento nunca quedó muy claro y quitando una o dos excepciones, nunca tuvo algún highlight destacado o algo que sobresaliera. Este año no es el caso, dado que hay alguna que otra contienda interesante, pero no se puede cambiar su reputación en tan sólo una noche.

Simplemente no es el escenario en que se debería efectuar un combate digno de estelarizar cualquier WrestleMania. Ya hemos visto algo así en 2014 cuando The Shield se vio las caras con la Familia Wyatt en Elimination Chamber, aunque no esté ni cerca del caso en cuestión.

Algunos quizá le resten importancia a este punto, pero para mí no puede pasar desapercibido, pues le quita peso a un encuentro que es todo un acontecimiento histórico.

1- Triple amenaza… a dos bandas

The Shield 4Se podría decir que con los tres anteriores puntos todavía era más o menos aceptable recurrir a realizar este combate, pero con este en particular ya vendría a ser el colmo. Mi gran pregunta es, ¿es consciente Vince de lo que está haciendo? Roman Reigns no apareció ni aparecerá en todo el tiempo en el que se extenderá la rivalidad.

Su rol se limitará a aparecer en Battleground, donde batallará a los dos hombres que han llevado adelante esta historia, historia en la que Reigns sólo ha sido incluido mediante meras menciones. 

La triple amenaza se ha convertido en una rivalidad a dos bandas, donde Reigns ejerce de adorno. Y no es decir por decirlo, sino que en las últimas semanas se han visto ataques, idas y vueltas entre el lunático radical y el arquitecto, pero WWE no hizo el menor esfuerzo en tratar de involucrar a Reigns a la par de sus compañeros.

Quizá sea por miedo a que se expanda aún más la noticia de su suspensión, y ahí es donde surge otra pregunta, ¿por qué no modificaron la lucha?, que conlleva a otras, como: ¿por qué no quitaron a Reigns? ¿por qué no incluyeron a Cena y Styles en aquel Monday Night Raw? ¿por qué no se enfocó la rivalidad en encontrar al reemplazo de Reigns? Tiempo hubo para cambiar de planes como así se pudo haber presentado un abanico de ideas alternativas.

En definitiva, lo que siento es vacío, porque veo a éste como un dream match desperdiciado. Pero queda dejar de lado toda esa negatividad y esperar a que WWE nos brinde un gran evento estelar la noche del 24, que es lo mínimo que deben hacer.

¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que estos puntos son irrelevantes? ¿Es un buen momento para enfrentar a los ex Shield? ¿O era mejor un Ambrose vs. Rollins? Dejen sus opiniones en la caja de comentarios.

LA LUCHA SIGUE...
Suscríbete para recibir un resumen diario de las últimas noticias.
icon