Cuando Tim White conoció a André el Gigante

La WWE actual relega a sus árbitros a un plano muy secundario, cuales extras sin crédito en el producto final. Motivo de que hoy día resulte difícil que vuelvan a surgir allí figuras como Tim White

Esta semana, White ha sido noticia desgraciadamente por su fallecimiento, a la edad de 68 años, apenas 48 horas después del de otro réferi y coetáneo, Dave Hebner (hermano de Earl Hebner). Ambos, colegiaron algunos de los más importantes combates de WWE durante las décadas de los 80 y 90. 

Ninguna personalidad arbitral dejó una huella tan profunda en los vestidores de WWE como la de White, pese a que tuviera que retirarse prematuramente debido a una grave lesión de hombro sufrida durante el «Hell in a Cell» que Chris Jericho y Triple H disputaron en Judgment Day 2002

Vía Instagram, Jericho recordó que White quiso que lo lanzara sin miramientos contra la Celda Infernal, y de resultas, su carrera fue finiquitada. Suceso por el que, no obstante, White nunca guardó rencor a «Le Champion». Así de afable era White y así de comprometido estaba con su trabajo. 

White siguió muy ligado a WWE a posteriori, ejerciendo labores de producción, seguridad e incluso como personaje televisivo, con controvertidos segmentos, denominados «Lunchtime Suicide», apenas un mes después del deceso de Eddie Guerrero. Definitivo ejemplo de la singularidad de White dentro del gigante estadounidense. 

© WWE

 

► El complicado amor a primera vista

Y casi más interesante aún que su etapa dorada bajo la labor de réferi, fueron los inicios de White dentro de la entonces WWF. 

Sus primeros pasos lucieron muy distintos a la imagen por la que la mayoría de seguidores lo recuerdan. Porque antes de ser árbitro a tiempo completo, White comenzó trabajando como una suerte de asistente de André el Gigante hasta la muerte de este en 1993. Básicamente, la persona encargada de que el legendario gladiador se trasladara a cada show y estuviera atendido en todo momento. Cercanía que propició que White y André se hicieran buenos amigos. 

Aunque la interacción inicial entre ellos estuvo lejos de lucir amistosa, según White relató en el documental de HBO sobre «The 8th Wonder Of The World». Una divertida anécdota que merece ser recuperada para la ocasión. 

«No fue buena. De hecho, fue salvaje. Me echó del vestidor y yo no estaba en condiciones de estar al tanto de los protocolos de vestidor, de cómo debes comportarte. Jay Strongbow era el hombre principal a cargo del show, y me pidió, a mí que me encargaba de la mercancía y ayudaba a organizar las arenas y hacía todo tipo de cosas, me dio una lista de combates, porque él armaba los combates, para que fuese a la oficina principal e hiciera copias para que él pudiera colgarlas en el vestidor y todos supieran dónde iban. Así que dije, ‘llevo cuatro días en el trabajo, estoy dentro. Soy uno de vosotros. Trabajo para la compañía’ . 

«Hice las copias, entré en el vestidor y allí estaba André, jugando a las cartas con Tito Santana. Y me mira, también Tito, y agacha la cabeza, en plan, ‘¿qué está haciendo este tío, entrando así en nuestra casa?’ Y dije, ‘hey, ¿está por ahí el jefe? Me pidió que hiciera estas copias’. Y André dijo algo, que al principio me costó entenderlo. Lo dijo con un tono muy grave: ‘Sal fuera’. Y le dije, ‘no, no, trabajo para vosotros, tíos, estoy en el equipo y el jefe me lo ha pedido’. Y André: ‘Sal te digo’. Y entonces Tito agacha la cabeza, sabiendo lo que iba a pasar. André empujó la mesa donde estaban jugando a las cartas y se levantó. Y pensé, ‘oh, dios mío’. Y salí corriendo, mi corazón no paraba de palpitar y pensé, ‘ostia put*’. 

«Y ¿sabes qué? Me dio un susto de muerte, pero yo estaba loco, también tenía bastante temperamento. Y pensé en ir a la cajuela y agarrar un bate y esperar a que saliera y golpearle con él. Ese fue nuestro primer encuentro. Así que no fue amor a primera vista». 

 

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