Después de varias semanas de especulaciones, el PPV Bound for Glory se realizó sin ningún contratiempo, aunque lo rumores de una adquisición por parte de WWE, así como de la posible presentación de Alberto del Río, lograron que hubiera mucho interés en el evento. Fue una publicidad inigualable.
Como se dio a conocer en su momento, para poder producir el PPV era necesario un gasto de aproximadamente 600 mil dólares, mismos con los que no contaba la empresa, así que requerían un inversionista que les inyectara capital. En el pasado, lo han hecho tanto la productora Aroluxe como Billy Corgan, quedándose a cambio con parte de la empresa (Aroluxe incluso tiene ya los derechos del nombre “TNA”).
De acuerdo a Dave Meltzer, en la edición de anoche de Wrestling Observer Radio, el dinero para el PPV y las grabaciones no vino de los bolsillos de Corgan ni de Aroluxe, pero representó un respiro, pues desde hoy y hasta el sábado grabarán el material para cubrir los episodios hasta principios de diciembre. Tomando en cuenta que podrían realizar un par de episodios de lo mejor del año, TNA tiene cubierto el resto de 2016.
Asimismo, ayer se especuló que Dixie Carter organizó una junta con todo el talento y los empleados a fin de informar el estado de la compañía, pero PWInsider ha informado que dicha junta no tuvo lugar, sólo fue un rumor.