Lo ames o lo odies, Colby Covington es un luchador increíble y lo demostró una vez más en el evento principal de UFC 272 .
Enfrentando al ex amigo convertido en amargo rival Jorge Masvidal el sábado por la noche, Covington dependía de su lucha para verter el castigo ronda tras ronda para asegurar una victoria por decisión desproporcionada después de cinco rondas. Covington obtuvo una decisión unánime con las tarjetas de puntuación a su favor cuando los jueces le dieron la pelea 50-44, 50-45 y 49-46.
Definitivamente no hubo un abrazo ni un apretón de manos después, pero Covington estaba más que listo para dejar atrás a Masvidal cuando decidió apuntar a otro ex compañero de equipo con el que espera pelear a continuación.
“Acabo de encargarme de la basura de las calles de Miami, ahora es el momento de encargarme de la basura del pantano de Luisiana. Donde estás en Dustin Poirier , idiota. Dijiste que está a la vista. Nombra el sitio, Dustin. Trae a esa jezabel de esposa y trae a ese niño pequeño y te veré pronto. Tú eres el próximo.»
Antes de llamar a Poirier para una pelea futura, Covington primero tuvo que despachar a Masvidal, lo que hizo de manera bastante convincente.
La estrategia no fue llamativa, pero definitivamente fue efectiva, ya que Covington se resignó a correr hacia adelante, buscar el derribo y luego hacer que Masvidal intentara arañar y arañar para liberarse de la lona. Durante la mayor parte de la pelea, Covington cubrió a Masvidal después de arrastrarlo al suelo y apenas le dio a su oponente la oportunidad de liberarse.
Mientras Masvidal defendía temprano, Covington simplemente estaba atrapado encima de él aplicando presión mientras continuaba avanzando en su posición y golpeando. Era evidente que Covington estaba usando en gran medida sus golpes para preparar su lucha mientras buscaba continuamente los derribos contra la jaula.
En los momentos en que tenía espacio para trabajar, Masvidal estaba atrapando a Covington con sus golpes, incluido un tiro que abrió un corte sobre el ojo. Aún así, el tiempo a distancia fue mínimo ya que Covington avanzaba constantemente y trataba de empujar a Masvidal contra la cerca.
Masvidal estaba haciendo todo lo posible para lanzar golpes cada vez que Covington se lanzaba hacia adelante, pero la agresión era casi inevitable. Una y otra vez, Covington estaba arrebatando el derribo y ahí es donde realmente comenzó a hacer daño, especialmente cuando pudo aplastar a su ex compañero de equipo con los codos.
Parecía que con cada minuto que pasaba, Covington se acercaba cada vez más a una victoria desigual, pero Masvidal se negó a irse. Las mareas casi cambiaron cuando Masvidal golpeó a Covington con una dura mano derecha a la mitad del cuarto asalto que derribó al ex campeón interino de rodillas.
Con Covington tambaleándose, Masvidal trató de avanzar, pero realmente no pudo montar más ofensiva que le hubiera permitido terminar la pelea. En última instancia, ese fue el único momento en el que Masvidal podría haber dado la sorpresa porque Covington no tenía intención de cederle ni un centímetro por el resto de la pelea.
Al igual que la mayor parte de la pelea, Covington pasó la ronda final colgando de Masvidal mientras continuaba castigando mientras aseguraba la victoria en el combate de rencor. Desanimado después de una derrota difícil, Masvidal admitió que su agarre le falló contra el ex luchador All-American del estado de Oregón.