Buena parte de que Cody Rhodes haya acabado recibiendo en AEW las mismas reacciones que en todas las empresas de las que formó parte se debe a cierto gusto del gladiador por un protagonismo gratuito ciertamente cansino. Y no importa que Rhodes se haya mostrado dispuesto a elevar a otros talentos como ninguno de los miembros de The Elite: muchos seguidores lo considerarán una falsaria manera de darse autobombo.
Y uno de los puntos de inflexión estuvo en la promo del episodio de Dynamite del 12 de mayo del pasado año, donde Rhodes dejó una particular «lección de historia» a Anthony Ogogo, de nacionalidad británica, con la que «The American Nightmare» puso en alza los valores yanquis de manera algo rancia, tocando temas fuera de lugar, caso de las elecciones presidenciales y, claro está, el inminente nacimiento de su hija, que bendijo se produjera en una tierra tan tolerante como la estadounidense.
Instead of dealing with the American Nightmare @anthonyogogo, you’ll now be trying to beat the second coming of the American Dream at Double or Nothing 😤 #AEWDynamite pic.twitter.com/C5CVAXP0o6
— AEW on TV (@AEWonTV) May 13, 2021
► Cody Rhodes y su «tone-deaf»
Ha tenido que pasar más de medio año para que Rhodes admita que tal perorata mereció las críticas recibidas entonces, durante su reciente aparición en ‘Rasslin’ With Brandon F. Walker’. Aunque un servidor no esperaba que Rhodes también apuntara a toda su historia con Ogogo.
«Puedo decir, públicamente, que me arrepiento de esa promo, y de casi toda la rivalidad con Anthony Ogogo. Casi todo […] Me lo pasé bien, Anthony es un exolímpico, sin duda es un talento en desarrollo que será… Lo estamos entrenando y lo reclutamos, y estamos haciendo que suba…
«Nunca he dicho públicamente esto, pero es el momento perfecto. Me mantengo en lo que dije en la promo. Me mantengo porque creí que el contenido era bueno y que las intenciones eran buenas. Sin embargo, un tipo blanco hablando de relaciones raciales con una bandera americana tatuada en su cuello… Entiendo por qué la gente pudo usar el término ‘tone-deaf’ [falta de empatía aplicada habitualmente a la sensibilidad racial]. Y luego intentar defender eso… Y como digo otra vez, las intenciones fueron buenas y sinceras, estaba muy entusiasmado por Brandi [Rhodes] y la bebé […]».
