CM Punk tendría problemas en su regreso, dice Booker T

De cuando en cuando aparece sobre la gran mesa de la industria de la lucha libre profesional un informe que apunta al regreso de CM Punk y cada vez que esto ocurre el nativo de Chicago nunca vuelve. Por eso algunos han aprendido a no emocionarse en la siguiente ocasión. Pero la gran mayoría lo siguen haciendo. De esta manera el nombre del ex luchador está desde hace unas horas en las tendencias de las redes sociales, después de que se diera a conocer que está en negociaciones para regresar a los encordados.

► CM Punk tendría problemas en su regreso

Cuando el «Chicago Made» vuelva -si es que lo hace- habrán pasado más de siete años desde su último combate. El mundo luchístico lo vio competir por última vez el 26 de enero de 2014 en WWE Royal Rumble. Este es un lapso de tiempo importante en el que han pasado muchas cosas y en el que el panorama de la industria ha cambiado considerablemente. Empezando por el nacimiento de AEW, compañía en la que lucharía CM Punk. Pensando en ello en su podcast, Hall of Fame (gracias a Sportskeeda por la transcripción), Booker T cree que tendría algunos problemas en su regreso.

«Ahora, eso es lo que estoy pensando de CM Punk, que ha estado alejado del juego durante siete años. No lo estoy criticando ni nada de eso, pero lo que pienso es: a mis 40 años, mediados los 40 años, aunque todavía me veía bien, tenía fobia a quitarme la camisa en el vestuario con los chicos jóvenes. Es como: ‘Hombre, estos chicos se ven muy bien. ¡Maldita sea!’.

«Era como algo que tenía en mi subconsciente, aunque me veía bien. Entonces pensaba que tal vez mi tiempo había pasado. Tal vez es hora de que empiece a hacer otra cosa, como: ‘¿Estoy un paso por detrás?’. Entonces, cuando llegué a cierta edad empecé a cuestionarme a mí mismo. Cuando comienzas a cuestionarte a ti mismo, es hora de pasar a otra cosa«.

Al mismo tiempo, Booker T afirma que le encantaría volver a ver a CM Punk en el encordado y que todavía podría tener mucho que decir luchísticamente. Pero se plantea la posibilidad de que después de siete años, con 40 primaveras cumplidas, con todo lo que ha cambiado la industria, quizá el tiempo le pase factura.