Aún faltan cinco días para la celebración una nueva edición del Royal Rumble, lucha marca WWE. Sin embargo, ¡nuestra semana campal fantástica ya ha comenzado en SÚPER LUCHAS!
Ayer publicamos cuáles fueron las cinco victorias más satisfactorias en este combate de treinta hombres y, en el día de hoy, haremos un repaso por aquellas que estuvieron lejos de ser agradables para la mayoría de los aficionados. El criterio de esta lista está sujeto a meras cuestiones creativas, totalmente subjetivas.
Sin más dilación, veamos quiénes son los cinco luchadores que no debieron haber ganado una edición del Royal Rumble:
5) ROMAN REIGNS (2015)
El desprecio que enfadó a The Rock. ¿Qué ocurre cuando ofreces un producto que la mayoría de tus clientes no quieren? Acaba rechazado. ¿Y si no desistes y lo sigues presentando? Puede que te lo acabes comiendo. Más o menos, eso fue lo que ocurrió con Roman Reigns en el Royal Rumble 2015.
Se venía rumoreando su victoria desde que volviera de la lesión en la hernia, la cual le mantuvo alejado varios meses; no obstante, el elemento “Daniel Bryan” apareció en escena. La ex Superestrella retornó de su grave lesión y anunció su entrada a la batalla campal, mal asunto para los planes de WWE. Se tomó la nefasta decisión de que Bryan fuera eliminado de forma prematura y, además, el horrible manejo del todopoderoso Reigns hizo el resto. Ni Dwayne Jonhson pudo salvar la reprimenda del público. ¿Ganador alternativo? Visto lo que ocurrió en el evento estelar de WrestleMania 31, Bryan podría haber hecho las veces de Reigns y, ya de paso, que Seth Rollins se hubiera ido abucheado por haberle quitado la oportunidad al “Dragón Americano” de redimirse.
4) SHEAMUS (2012)
Las sorpresas son la salsa de la lucha libre profesional. Sin embargo, muchas veces es mejor quedarse con lo bueno previsible y dejar la sorpresa agridulce. A comienzos de 2012, enésimo año en el que se vaticinó el fin del mundo, Chris Jericho hizo su retorno tras la emisión de unas viñetas muy desconcertantes. Todo el mundo daba al canadiense como favorito para alzarse con la batalla campal y retar a CM Punk, entonces portador del Campeonato WWE.
Prueba de que “lo que WWE te da, WWE lo quita” es que Y2J llegó hasta el final, pero fue eliminado por Sheamus en uno de los momentos más desconcertantes de la historia del Royal Rumble. Aunque a posteriori el irlandés acabara degustando el oro en WrestleMania 28, Jericho merecía la oportunidad de ganar por fin la campal. ¿Fue quizás su última oportunidad y se echó a perder?
3) VINCE MCMAHON (1999)
¿Qué pensaríais vosotros si vuestro jefe estableciera el premio de «empleado del año» y él mismo pudiera optar? Sospechoso, ¿verdad? Así es como Vincent Kennedy McMahon se convirtió en ganador del Royal Rumble tras su primer aparición en la lucha especial. Si, todo formaba parte de su plan para fastidiar a “Stone Cold” Steve Austin, pero el desarrollo y las consecuencias fueron desastrosas.
Se vio venir a años luz de distancia que Austin y McMahon iban a ser los dos últimos participantes de la batalla campal. El 25 de enero de 1999, McMahon anunció que no lucharía contra The Rock en WrestleMania 15, quizás no pensó que tenía que desafiar al Campeón WWE si ganaba. Una estupidez, hubiera sido mejor que Stone Cold se alzara con la victoria directamente.
2) LEX LUGER (1994)
Se podría decir que Roman Reigns es el Lex Luger de esta época. Un luchador grande que actúa como técnico, pero despierta odio en los aficionados por el desarrollo de su personaje. El bueno de Luger llegaba a la batalla campal de 1994 como uno de los favoritos para llevársela, al igual que Bret Hart.
¿Saben esa sensación que tenemos a veces por la cual no podemos elegir entre dos opciones? A WWE le pasó en 1994, la solución fue tener dos ganadores de la batalla campal. No solo fue ridículo, puesto que debió haber sido únicamente Hart, sino que la carrera de Luger en WWE jamás se recuperó y acabaría volviendo a WCW. Una de las peores decisiones de la empresa de Vince McMahon en uno de los peores batallas campales que se recuerdan.
1) BATISTA (2014)
Sin lugar a dudas, a Dave Batista le costó caro promocionar Guardians of the Galaxy a comienzos de 2014. “El Animal” hizo su regreso a WWE ese año y rápidamente anunció su participación en el Royal Rumble, para el cual era uno de los grandes favoritos. El problema era que el Universo de la WWE ya había elegido al potencial vencedor: Daniel Bryan. Todo lo que no fuera Bryan alzándose con la victoria, iba a ser abucheado.
Cuando se dio a conocer que el ex Campeón de WWE no estaría siquiera en la batalla campal, la ira de los aficionados fue a más. Batista no debió ganar aquella Rumble, no después del gran trabajo que hicieron los chicos de The Shield y Roman Reigns en especial. ¡Cómo son las cosas! Entonces, Reigns tenía el apoyo de la gente para ser importante en la empresa. Que un trabajador a tiempo parcial se llevara la victoria en esta prestigiosa lucha para estelarizar WrestleMania 30 no fue lo adecuado.
¿Se les ocurre algún otro luchador que no debió haber ganado la batalla campal anual? ¡No se pierdan mañana el siguiente artículo de la serie Semana Campal!