Ya sabemos que debido a la política PG impuesta en todos sus ámbitos, WWE ha reducido su viraje hacia lo extremo de manera considerable. Extreme Rules se ha convertido en una cita ineludible, aunque no paradigma, de los amantes de las estipulaciones más violentas, y el próximo 22 de este mes, los seguidores tienen puestas muchas espectativas en ella.
Debido a la gran cantidad de PPVs temáticos, como Hell in a Cell o TLC, la singularidad del término se ha desvirtuado bastante, pues en estos ejemplos podemos encontrar combates y estipulaciones con cotas similares o superiores de dureza.
Curiosamente, repasando la historia de este evento creado en 2009 —aunque considerado una continuación de la cronología One Night Stand—el grueso de mejores combates se concentra en las ediciones más cercanas en el tiempo, véase, las más puramente PG. Debe aclararse que si bien esta política fue anunciada oficialmente en un comunicado en 2008, su implantación definitiva no llegó hasta dos años después.
Las dos primeras ediciones, aún los últimos coletazos de la Ruthless Aggression Era, dejaron buenos combates. Sirva como ejemplo el gran duelo con escaleras entre Edge y Jeff Hardy por el Campeonato Mundial de Peso Completo, en 2009. Pero en mi opinión, a partir de 2011, la calidad de los encuentros y del evento en general se elevó considerablemente, llegando el año siguiente a su culmen.
Extreme Rules 2012 no sólo es, a mi juicio, la mejor edición de la historia, sino el mejor PPV ofrecido por esta compañía en el último lustro —Money in the Bank 2011 y WrestleMania XXX casi se le equipararían—. Por ello, en la lista de 5 grandes combates elaborada a continuación, 3 pertenecen a dicho show. Además, en mi selección he intentado buscar el espíritu de lo que Extreme Rules representa a la par que una variedad de propuestas, y el trío escogido aúna lo pretendido.
5- Combate de escaleras por el Campeonato Mundial de Peso Completo
Alberto del Río (c) vs. Christian (2011)
Hablando de listas, una tan larga podría hacerse de luchadores infravalorados por la propia WWE. Y creo que Christian ocuparía uno de los primeros puestos. Que The Miz haya estelarizado una WrestleMania y el canadiense tuviera que conformarse siempre con los puestos del medio cartel durante toda su carrera es una de las razones por la que existen fanáticos de TNA.
Contextualizando, precisamente después de WrestleMania 27, Alberto del Río se hizo con el, por entonces, estandarte de la marca SmackDown tras el retiro de Edge. Fue cuando «El Capitán Carisma» salió al encuentro del mexicano para reivindicarse como continuador del legado de su mejor amigo, dejando un momento memorable al hacerse por primera vez con un título mundial en solitario. El combate fue un clásico duelo de este tipo, con escaleras de todos los tamaños y buenos «highspots» como el último, que sirvió para costarle el título al campeón tras la aparición de «The Rated-R Superstar».
4- Combate de reglas extremas
John Cena vs. Brock Lesnar (2012)
Muchos pensaron que después de este duelo regresaría el uso de la sangre y una vez más se equivocaron. Técnicamente hablando, quizá no posea calidad suficiente para incluirse aquí, pero es el más representativo del espíritu extremo que toda lucha debería tener en consonancia al nombre del evento. ¿Y cuál es el ingrediente más socorrido para hacerlo creíble? Sangre, por supuesto. Y aquí la hubo a raudales. El público congregó una mueca de inquietud y asombro al ver salir líquido rojo de la frente de Cena tras apenas un minuto de contienda, una reacción impagable.
Algunos compases lucieron muy cercanos a una pelea de UFC, y aunque esto puede resultar atractivo en cuanto a intensidad, hablamos de lucha libre; motivo por el que no he querido colocar en puestos más elevados el regreso de Lesnar a los rings de WWE. Hasta SummerSlam 2013 (y de nuevo a manos de «La Bestia Encarnada»), nunca Cena había resultado tan vapuleado y dominado por un oponente, pese a su victoria final.
3- Lucha callejera al estilo Chicago por el Campeonato de Peso Completo WWE
CM Punk (c) vs. Chris Jericho (2012)
Aquí, la nota más extrema fue la rivalidad que envolvió al choque, con retazos nada habituales para el supuesto tono juvenil ya adoptado por la empresa. Ninguna rivalidad de la Era PG se atrevió a salir tanto de ese tono permitido. Pudimos asistir a alusiones directas de Y2J sobre el alcoholismo del padre de Punk (hecho real), poniendo en tela de juicio por primera vez los principios «Straight Edge» definitorios de la personalidad del de Chicago. Su hermana tampoco se libró, siendo tachada de drogadicta y causando salidas de tono con lenguaje no autorizado entonces ni ahora. En resumen, todo muy familiar…
Si bien no tuvo el nivel de crudeza de otras luchas callejeras ya míticas, ambos contendientes dieron a cambio otra lección luchística tras la ofrecida en WrestleMania 28. Con una serie de secuencias y finales falsos geniales, como en el que la rendición de Punk parecía irrevocable bajo el Walls of Jericho para acabar soltándose gracias a un extintor, demostraron que la calidad técnica puede ir pareja con este tipo de estipulaciones.
2 – Evolution (Triple H, Batista y Randy Orton) vs. The Shield (Seth Rollins, Dean Ambrose y Roman Reigns) (2014)
Era cuestión de tiempo que los tres miembros del por entonces joven grupo hicieran una exitosa carrera en solitario tras combates como este, y así sucedió. Superior a su revancha en WWE Payback 2014, pocos esperaban que los veteranos perdieran el primer enfrentamiento de una buena rivalidad que marcó las máximas cotas de popularidad de The Shield y a la vez el fin de la agrupación.
Batista puede estar satisfecho al menos de haber consagrado con sus derrotas a los luchadores más importantes de la última época. Qué buen año en cuanto a combates e historias aquel 2014. Reigns tenía el favor del público, Ambrose ya daba indicios de su gran personalidad y Rollins brillaba como el mejor sobre el ring, ejecutando un brillante «highspot» desde el primer piso de una de las gradas del Izod Center. Con cánticos de «this is awesome» dio inicio la batalla y prácticamente con «holy shits» concluyó. Creo que es el mejor resumen que puede hacerse.
1- Combate de 2 a 3 caídas por el Campeonato Mundial de Peso Completo
Sheamus (c) vs. Daniel Bryan (2012)
Aquí comenzó el «Yes! Movement», o cuando verdaderamente empezó a calar en el Universo WWE la percepción de que Daniel Bryan no necesitaba ganar un combate para resultar vencedor. Sólo le bastaba demostrar cada noche que era el mejor sobre el ring. Así, aquel 29 de abril en Rosemont, Bryan brindó a Sheamus la mejor lucha del irlandés en WWE, tras un bookeo indigno en WrestleMania 28. Muchos temían una intervención de AJ Lee, pero por fortuna todo transcurrió sin interferencias, yendo de menos a más.
Pugna continua de ambos por contrarrestar sus estilos, en lo que supuso un manual de psicología sobre el ring, Daniel Bryan centró sus esfuerzos en castigar el brazo izquierdo del guerrero celta, aunque para ello tuviera que perder por descalificación la primera caída. Gracias a ese sacrificio pudo llevarse la segunda con el Yes! Lock, al provocar el desmayo de Sheamus, cayendo finalmente en la última. Como dijo James Caldwell de Pro Wrestling Torch al respecto de Bryan: «Phenomenal in defeat».