Chávez Jr. sobre Silva: cuando mucho era un empate

Anderson Silva venció a Julio César Chávez Jr. en un combate de boxeo, pactado a 8 rounds en un peso acordado de 182 libras.

Chávez se pasó un par de libras y debió pagar una multa.

A la hora del combate, el peso extra no supuso una ventaja para el mexicano.

Anderson Silva entró siendo abucheado, los dos primeros rounds se los pasó enganchando al Junior y lanzando algunos golpes, pero erráticos.

Chávez Jr. pudo mantener a raya a la Araña, con su largo de brazos.

Pero apenas pasó el tercer round, algo cambió en el tren de batalla de Silva, pues en el cuarto round salió bastante concentrado y animado a dar un combate más competitivo.

Silva fue sacando el resultado a base de mucho trabajo, frecuencia de golpeo y mucho movimiento de piernas.

La gente reflejó ese cambio de táctica de Silva a través de sus gritos. Primero lo abucheaban, luego empezaron a aplaudirle los movimientos.

Silva no es boxeador, pero es guerrero y con eso le bastó para sacar el resultado.

La decisión dividida fue un insulto debido al rendimiento de los boxeadores, pero el resultado sí fue justo.

Lo peor no fue la tarjeta que vio ganar a Julio.

Fue la declaración posterior de Julio.

«Creo que me quede corto en tirar golpes, lo dejé hacer su pelea. Hizo su trabajo. Pienso que la pelea no la ganó, para mí fue un empate. Iba haciendo mi pelea, la cortada me sacó de balance, nunca sentí que él dominara la pelea como para ganarla”.

El Junior vio empate en una pelea en la que no tiró golpes ni se lo quitó.

Parece que necesita ver la repetición para saber bien lo que pasó en la contienda.

LA LUCHA SIGUE...
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