La empresa de Alejadro González no era sencilla y demostró coraje y valentía. Fue capaz de pegarle y pegarle en serio a uno de los mejores ponchadores de peso súper gallo en la actualidad: el campeón de la Federación Internacional de Boxeo, Carl Frampton.
Frampton ganó el cinto en septiembre de 2014 de las manos del español Kiko Martínez y aunque ya había realizado una defensa en febrero de este año ante Chris Avalos (a quien derrotó en cinco rounds) pero le hacía falta una pelea que lo avalara como campeón. Avalos no le dio mucha batalla, por lo tanto necesitaba una defensa que le presentara un desafío.
Y la encontró en Alejandro «Cobrita» González. González es capaz de ir al frente, atosigar al rival con ataque bien elaborado y siempre muy frontal, capaz de aguantar lo golpes y también sabe absorber castigo.
Pues estas cualidades le fueron explicadas de manera práctica a Frampton, pues desde el inicio de la pelea le asestó golpes bien colocados, mismos que enviaron al irlandés a la lona.
Esto provocó que Frampton cambiara su estrategia desde el principio, en lugar de confrontar a González, le peleó al contragolpe y se guardó los intercambios francos para cuando le fuera necesario sacárselo de encima.
La «Cobrita» fue efectivo en el golpeo cuerpo a cuerpo, sin embargo, debió ir en todo momento tras Frampton, quien sumado a su poder de puños, empezó a cansarse. No lo suficiente como para verse desfallecido pero sí lo suficiente como para hacerlo perder pasos para conectarlo.
Frampton se fue apoderando del combate, de manera muy cerrada porque Alejandro ejerció presión todo el tiempo.
Tal vez la diferencia en los putajes y el desarrollo total de combate fueron lo puntos que le bajaron a la «Cobrita» por golpes bajos, dos en total.
Frampton no lució tan poderoso e imponente como en otras ocasiones y no fue para menos, González le dio demasiada batalla, aunque la final no le fue suficiente, pues Frampton se llevó la decisión unánime y retuvo su cinturón súper gallo FIB.