Perder dos peleas seguidas antes de llegar a la campana final es una clara señal de que algo no va bien y que se tiene que plantear los combates de otra manera. Es por eso que el combate principal del UFC Fight NIght 43 promete ser un gran combate, para romper la racha de derrotas que llevan los estelares de esta pelea y volver a escalar posiciones en el ranking del peso mediano de la UFC.
Empezaremos por el veterano Nate Marquardt (35-13-2); un veterano luchador americano llega a sus 35 años de 3 derrotas seguidas. La primera de la racha fue ante Tarec Saffediene, en el último evento de la extinta Strikeforce, por decisión unánime (48-47, 49-46, 49-46) en un combate que determinaría al último campeón del peso welter de Strikeforce. Su segunda derrota consecutiva llegó contra el número 7 del peso welter Jake Ellenberger quien le venció por KO en el 3:00 del primer asalto y su ultimo combate y tercera derrota seguida fue contra el número 6 del peso welter Hector Lombard quien le derrotó por KO también en el 1:48 del primer asalto.
Ahora Nate debe plantearse mejor sus combates, está lejos de aquel luchador que se enfrentó a Anderson Silva, en el UFC 73, por el campeonato del peso medio de la UFC. Se mueve más lento en la jaula y ya no es capaz de utilizar su fuerza como antes. Uno de sus principales problemas es la defensa en pie; la lentitud que mostró en sus dos últimas peleas nos hace ver a un luchador con grandes problemas contra alguien con un buen boxeo, kick boxing o muay thay.
En la otra esquina y con derrotas similares está James Te Huna (18-7-0), quien ha acumulado en sus últimos dos combates, dos derrotas seguidas. Una de las derrotas fue contra el ex-contendiente al título del peso semipesado Glover Teixeira en el UFC 160, quien derrotó a Te Huna por sumisión en el 2:38 del primer asalto. Después de esta derrota Te Huna se las vería en el UFC Fight Night 33 con el excampeón del peso semipesado, Mauricio Rua, que dejaría KO a Te Huna en el 1:08 del primer asalto.
Estas dos derrotas dejaron al Neozelandés como un luchador del perfil medio de la UFC. Posee un físico intimidarte para el peso medio de la UFC y basa sus combates en su boxeo, acumulando un gran número de golpes por minuto. Sin embargo tiene problemas con la defensa en la lona, ya que tiene dificultades para defenderse si está en el suelo.
La lucha puede caer del lado de cualquiera y lo más probables es que acabe antes de llegar a la campana final. Nate sufrirá mucho el boxeo de James y este tendrá que evitar que Nate lleve el combate al piso.