Juan Carlos «Zurdito» Sánchez busca convertirse nuevamente en campeón, luego de ser campeón súper mosca, ahora en peso súper gallo. Pero para esto debe clasificarse y hacer una sólida campaña en dicho peso para poder aspirar a un título de la división, hablando de que esa categoría es liderada por hombres como Carl Frampton, Scott Quigg y Guillermo Rigondeaux.
Sin embargo, la pelea de Sánchez contra César Juárez estuvo lejos de afianzar al «Zurdito» como un boxeador de peso súper gallo, al contrario, lució todo lo contrario a lo que hizo alguna vez en súper mosca.
Para empezar, no usó la ventaja que le suponen los largos brazos que tiene. No usó el jab para mantener lejos a un Juárez que si no tenía el mismo nivel de técnica que se le conoce al «Zurdo» sí llevaba mucho ímpetu y condición, pues lució bien parado y siempre fue al frente en la pelea en corto.
Aun cuando competía por un cinturón internacional de peso súper gallo (avalado por la Organización Mundial de Boxeo) Sánchez no peleó como si lo hiciera por un cinto (por muy regional que sea, eso a veces les otorga posiciones) porque dejó muchos espacios abiertos al rival, tiró pocos golpes y muy espaciados entre sí, por lo que Juárez pudo hacer y deshacer a su antojo en el terreno corto.
Para el «Zurdo» cada cambio de round era cada vez más pesado porque caía con menos energía en su banquito, aspirando profundamente y con las piernas pesadas.
Ya en combate, casi desde el round cinco o seis le era más difícil mantener un ritmo de combate, con la guardia levantada y además tirando golpes.
Esto generó enormes espacios que Juárez aprovechó para castigar a Sánchez en la zona corta y contabilizar los puntos que le pudieran dar la victoria.
En un par de ocasiones César mandó a la lona a Juan Carlos. La segunda fue las más aparatosa porque le dio un volado a la cara que lo desconectó mientras Juan Carlos estaba contra las cuerdas y el segundo lo sacó del ring. Por muy poco alcanzó a enganchar el guante para no caer de cabeza y aun así regresó a la pelea.
No pudo hacer más que aguantar al final de la pelea, aunque habría sido mejor que la detuvieran por la golpiza que le estaban acomodado a Juan Carlos, porque realmente recibió castigo innecesario, pues en los últimos rounds no pudo meter las manos.
Finalmente, la pelea se la llevó César Juárez y se convirtió en campeón internacional súper gallo.
Por su parte, el «Zurdito» Sánchez deberá replantearse lo que hizo ante Juárez, porque una pelea así, contra un rival de mayor poder de puños, el resultado que obtenga será peor que una derrota.