Por Gladys Trujillo
Brian Viloria volvió al ring con un triunfo con el que levanta la mano para volver a enfrentar a Francisco «Gallo» Estrada y cobrar viejas cuentas. Pero primero lo que sucedió en China.
Resulta pues que el «Hawwaiian Punch» se enfrentó a José Alfredo Zúñiga en una pelea que estaba pactada a 10 vueltas de peso mosca.
Brian Viloria estuvo fuera del ring por 11 meses luego de perder ante «Tyson» Márquez en abril de 2013. En marzo de 2014 se enfrentó a Juan Herrera y aunque se llevó la pelea por decisión, no se veía cómodo en el ring y por momentos le pesó la inactividad.
Sin embargo, en esta ocasión frente a Zúñiga, Viloria dio muestra de su poderosa pegada y su ya conocida velocidad de piernas.
Y vaya que las necesitó ante un José Zúñiga que contestó golpe por gole y en ocasiones abusó del enganche para sacarle alguna ventaja.
La diferencia entre el ataque de Viloria y el de Zúñiga, a cual más de poderosos, radicó en la forma de abordar al rival.
El «Hawaiian Punch» pudo detectar los errores defensivos de Zúñiga para así, conectarle los golpes más precisos y certeros. Así le provocó dolor y poco a poco impuso su estilo, su fuerza y ataque. Brian Viloria pudo sortear los enganches, los empujones con los codos y ciertos buenos golpes para salir avante y cetrar su ataque en los puntos débiles de josé Alfredo.
Zúñiga, a pesar de que llevaba buen golpeo y un movimiento sobre el ring lo suficientemente decente como para darle batalla a Viloria, no supo mantener la guardia ceñida. Sus golpes fueron poderosos pero en ocasiones les faltó dirección. Recibió hasta donde pudo y vaya que no la tuvo sencilla, Viloria se subió inspirado al ring.
Fue entonces, en el quinto round cuando frente contra frente (como ese juguete de boxeadores que se lanzan golpes a la mandíbula) , José Alfredo Zúñiga subió de más las manos para cubrirse el rostro. Dejó descubierta la zona hepática y fue ahí donde Viloria conectó un sólido gancho de zurda.