Arely Muciño regresó a los encordados y enfrentó a Jessica Martínez. Sin título de por medio pero con muchas aspiraciones de colocarse en una contienda de título mundial.
La pelea para Muciño fue importante y de cierto modo sencilla, sencilla en el aspecto de que pudo imponer de principio a fin sus condiciones sin exponerse demasiado, pegando con buena precisión y sin cansarse.
En cambio, Martínez sí la tivo difícil toda la noche porque no pudo salir del rango de ataque de Muciño, quien por ser más larga le pegó a distancia sin arriesgarse.
Desde la primera campanada Muciño soltó las manos y sorprendió a Martínez, quien peleó en retroceso pero más que para buscar el contragolpe, fue para sacarse de encima a Arely y no lidiar con su poder.
Muciño fue certera, lució poderosa y con ganas de sellar el combate de manera rápida aunque no se engolosinó con buscar el nocaut, sino que fue más bien consistente en su ataque para no permitir una sorpresa.
Martínez no logró concretar sus golpes porque no parecía llevar una estrategia precisa para lo que le mandaba Muciño y en cambio su defensa fue deficiente a la hora de recibir los golpes de Arely.
Tal vez la clave de que Jessica no cayera noqueada es que llevaba un buen fondo físico que le habría sido fantástico si hubiera podido establecer una táctica que le permitiera ser competitiva.
La que salió con la mano en alto de la pelea fue la regiomontana Arely Muciño por decisión unánime.