Para ser pelea de preparación, como para levantar expectación de su siguiente pelea, Andre Ward o sus agentes, no hicieron una buena elección de rival con Alex Brand.
Si bien lo que interesa de Ward es ver cómo enfrenta a Kovalev, verlo en una nueva pelea de peso semi completo para ver cómo se adapta el peso es igual de importante.
Ganó la pelea por decisión unánime, pero no dio una pelea memorable. Es muy del estilo de Ward ser preciso con su boxeo, preciso al grado de no dar más de lo necesario si sabe que va ganando o su rival no le presenta demasiada oposición.
Brand no llevó mucho más que ganas porque en talento no tuvo comparación con el de Ward.
Ward hizo lo que mejor sabe, defender. Supo que Brand no lo lastimaría más de lo que había logrado. Acaso Alex pudo conectarlo sólido un par de ocasiones, pero en delante, Ward lo esquivó y cuando estuvo muy cerca, lo amarró para evitar los golpes.
Brand cayó una vez, pero producto de un resbalón, fuera de eso no hubo mucha emoción, ni alguna situación de peligro o que dejara ver más oficio del que la mayoría de las veces llama más la atención.
La cara de Sergey Kovalev en ring side lo decía todo: un semblante liso, sin expresión ni impresión por lo que Ward hizo en el cuadrilátero.
Finalmente el combate acabó.
Seguro Kovalev no se sintió impresionado o en peligro por lo que se le viene con Ward en noviembre. Es evidente que Ward no hará con Kovalev lo mismo que hizo con Brand, pero en general deberá subirle la velocidad a su ritmo de combate y frecuencia a su golpeo, porque de otro modo pasará una muy mala noche el día que le toque enfrentarse al «Krusher».