Alma Ibarra recién perdió una batalla ante Jessica McCaskill, una oportunidad por los cintos welter unificados que estuvo pidiendo por mucho tiempo.
Su preparación fue ardua y su forma física impresionante, pero a la hora de la contienda, no logró obtener el resultado que buscaba.
En un comunicado compartido desde sus redes, Ibarra anunció su retiro.
En dicho documento que lo que sucedió en el ring no tuvo nada qué ver con su preparación física, sino que fue su salud mental la que no estaba al 100%.
Mencionó que desde antes de iniciar su campamento cayó en una fuerte depresión conrea la cual luchó durante semanas para poderse levantar a cumplir con sus entrenamientos.
Señala que siguió en su preparación, sin buscar ayuda psicológica porque estaba concentrada en la oportunidad que se le había presentado y que ella misma había buscado, aunque considera que el aceptar la pelea fue el primer error.
Luego explicó que al final de todo, a pesar de que sí estaba motivada y animada por la gran preparación y estrategia, colapsó.
Principalmente hizo la aclaración para señalar la importancia de mantener la salud mental estable.
También para dejar claro que su desempeño no tuvo nada qué ver con su equipo, ni con un trabajo mal hecho, sino con una situación con la que ya no pudo lidiar.
Finalmente anunció su retiro del boxeo después de 15 años de trabajo y pidió que se deje de romantizar la vida sufrida y de sacrificio del boxeo, que entre más sufres, más ganas, porque ya es suficientemente difícil entrenar y tratar de llevar una vida fuera del boxeo como para cargarle más.