Conor McGregor ha sido considerado como una de las figuras más controversiales en las artes marciales mixtas. Su personalidad descarada ayudó a disparar su popularidad más allá del mundo de las MMA.
Incluso con su derrota por sumisión ante Khabib Nurmagomedov, McGregor ha sido el centro de atención. Se reunió con el dueño de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, y ha estado de gira por todo el mundo para promocionar su propio whiskey irlandés.
McGregor ha tenido un éxito masivo, algunos sienten que se le ha subido a la cabeza. El incidente del autobús UFC 223 ciertamente atraviesa la mente de muchos. Durante una aparición reciente en MMAJunkie Radio, Al Iaquinta explicó por qué siente que «Notorious» está un poco fuera de control:
«Tomé una pelea de cinco asaltos en un campamento de tres asaltos, y fui a la distancia. ¿Cuál es su excusa? Parecía mucho más cansado en el tercero que yo en el quinto, y no entrené para cinco. Eso dice mucho”.
«Era un gran fan, pero creo que ahora está un poco fuera de control. Pensé que era el tipo que haría lo que hizo, pero se mantendría fiel a las artes marciales. Parecía que, al principio, él era realmente como el estilo marcial, hacer lo correcto, respetar a sus compañeros competidores, todos estamos en este tipo de cosas. Su objetivo era ser el mejor, y ahora que es el mejor y que tiene mucho dinero. Solo creo que está un poco fuera de control«.
«Definitivamente atrae a la gente. Pero creo que a veces va demasiado lejos. Puedes ser un buen animador sin ser un poco exagerado. Alguien podría haberse lesionado seriamente, alguien que no tuvo nada que ver con nada. Había gente en el autobús, empleados de UFC, malditos conductores de autobuses que probablemente no saben qué diablos está pasando».