Internet se ha convertido en una plataforma para que muchas personas expreses sus frustraciones personales atacando verbalmente a otras desde la comodidad (cobardía) del anonimato. Adam Scherr sabe bien lo que es esto. Durante sus años como Braun Strowman en la WWE se convirtió en uno de los luchadores más famosos a nivel mundial. Y si bien recibe mucho cariño en redes sociales, también mucho odio. Habitualmente responde a los mensajes positivos de la misma manera pero no acostumbra a contestar a los negativos; pero sí ha querido hacerlo mientras hablaba con Control Your Narrative.
► Adam Scherr está harto de los haters
“Cuando comencé a odiarme a mí mismo y me di cuenta de que no era feliz fue cuando supe que tenía que dejar la WWE. Y mucho de eso se reduce a lo que mencioné antes sobre tener que estar alerta todo el tiempo. Y las críticas de los malditos fanáticos, y ni siquiera son solo los fanáticos, porque los fanáticos no son los únicos.
«Son los idiotas de Internet los que tienen un libro con sus opiniones y están sentados en el sofá, y hacen todas estas cosas, y solo hablan sin parar sobre lo que estamos tratando de hacer, y arrojando todo al fondo de la piscina, ya sabes, en medio de una pandemia cuando el mundo entero está en un frenesí sin saber lo que estaba pasando.
«No se puede hacer feliz a todo el mundo, pero hay gente sentada en casa que está asustada, no saben lo que está pasando en el mundo y si puedo sacarlos de esa realidad durante tres minutos mientras yo estoy luchando, voy a hacer mi trabajo. Porque al final del día, de eso se trata. La gente mira la lucha libre para quedar atrapada en ella y olvidarse de las tonterías que están sucediendo en sus vidas. Y tener que escuchar y leer toda esa basura sobre lo que estás haciendo, apesta«.
