No sólo es la gloria, los títulos, la admiración de la gente y el dinero. Para Abner Mares va algo más antes que ser reconocido como uno de los mejores boxeadores del momento.
Cada victoria vale más que un número positivo en su récord.
Es la oportunidad de mantenerse relevante en el boxeo, conseguir otra pelea y conseguir el dinero que le permita proveer a su familia. Un hombre casado y padre de dos hijas, que además de hacer lo que le gusta es una manera de llevar el sustento a casa.
Además, la entereza que muestra en sus entrenamientos y peleas es algo que dice haber heredado de su madre, Belén Martínez.
La madre de Mares viajó a Los Ángeles con todos sus hijos e hijas, entre ellos Abner, que en aquel entonces tenía siete años. Sin dinero pero con muchas ganas de superarse y darle una mejor vida a sus hijos, cruzó la frontera.
-Les digo a todos que mi fuerza y mi carácter lo heredé de mi mamá. Ella es mi súper heroína.- asegura Abner.
Y aunque su mamá no estará en la arena de Staples Center, Abner sabe que contará con su apoyo y menciona que tendrá en mente todo el coraje y fortaleza que aprendió de la señora Belén.
Resulta que la mamá de Abner no asiste a ninguna de las peleas de su hijo desde que cayó noqueado en agosto de 2013 ante Jhonny González. Desde entonces ni siquiera las ve en televisión por la ansiedad que le provoca ver a Abner intercambiar golpes, así que espera a que su hijo le avise cómo quedó la pelea.
Pues hasta ahora, desde la pelea contra Jhonny, ha recibido cuatro buenas noticias tras las peleas de su hijo y espera que contra Santa Cruz le vuelva a llamar para decirle que consiguió el triunfo.
Obviamente una pelea de alto impacto como que la que le espera a Abner contra Leo Santa Cruz lo colocará en un lugar del primer plano del boxeo mundial y seguro lo enfilará a una pelea de título mundial.
Abner Mares enfrentará a Leo Santa Cruz el 29 de agosto en el Staples Center de Carson, California, por el cinturón diamante de peso pluma avalado por el Consejo Mundial de Boxeo.