A priori, no resulta la decisión más acertada situar el PPV Hell in a Cell apenas dos meses después de WrestleMania, cuando los principales protagonistas del magno evento ya dejaron atrás las rivalidades allí expuestas y se encuentran recién embarcados en otras. Y es que la Celda Infernal suele ser sinónimo de clímax de rivalidades, ante la magnanimidad y crudeza de la estructura, que propicia zanjar hostilidades por la vía de la mayor brutalidad posible.
Aunque de momento, ninguna de las dos luchas previstas discurrirá dentro de «The Devil’s Playground», precisamente siendo las que cuentan con una rivalidad de fondo más longeva: Bobby Lashley (c) vs. Drew McIntyre o Kofi Kingston por el Campeonato WWE y Rhea Ripley (c) vs. Charlotte Flair por el Campeonato Femenil Raw.
Mientras, del lado de SmackDown, Roman Reigns dejó atrás a Edge y Daniel Bryan, y el samoano tiene en teoría tres frentes abiertos en la actualidad, expuestos durante la conclusión de WrestleMania Backlash: Cesaro, Seth Rollins y Jimmy Uso.
► Reigns podría tomarse el día libre en Hell in a Cell
Dentro del boletín del Wrestling Observer de hoy, Dave Meltzer arroja un poco de luz al respecto de cuál será el compromiso de Reigns el próximo 20 de junio.
«El principal problema de Roman Reigns parece ser con Jimmy Uso, pero nos han contado que este combate no está programado para el PPV […]
«Rhea Ripley vs. Charlotte Flair es el único combate oficialmente anunciado para el show. Nada parece muy claro en este momento, aparte de un Seth Rollins vs. Cesaro».
Debemos entonces dejar fuera de las quinielas a esos tres candidatos, lo que nos lleva a concluir que o bien Kevin Owens volverá a situarse en la órbita del título Universal —como ya sugirió poco antes de WrestleMania Backlash—, o bien un nuevo retador se concretará (¿Shinsuke Nakamura?), o a cambio, Reigns quedará exento de defensa en HIAC.