WWE dio por inaugurado las actividades luchísticas en este año 2022 al presentar sus eventos WWE Day 1 y NXT New Year’s Evil en los primeros cuatro días del año, eventos que dieron mucho de que hablar desde los aspectos dentro del cuadrilátero, así como detalles tras bambalinas antes, durante y después de los mismos.
Más allá que estos eventos quieran emular lo que fue el evento New Year’s Revolution (PPV emitido entre el 2005 y 2007, y que era exclusivo de la marca Raw), lo cierto es que estos eventos llegaron muy tarde. Específicamente cuatro años tarde.
WWE debió haber traído de regreso New Year’s Revolution o haber realizado los eventos anteriormente mencionados (con las dos marcas principales o NXT) en el 2018 con el propósito de competirle a New Japan Pro Wrestling, que un año antes dio de que hablar tras la famosa lucha de las seis estrellas entre Kenny Omega y Kazuchika Okada, e hizo que muchos comenzaran a ver a la empresa del león.
La idea de los ahora llamados PLE o especiales de NXT con tal de competirle a NJPW es muy atractiva, pero…
► ¿Hasta cuando se tendría esta competencia de eventos a inicios del año entre las dos empresas?
Porque tanto en Japón como en este lado del charco tenemos la posibilidad de ver ambos eventos por la diferencia de horario, y queremos ver como una empresa se esfuerza por presentarnos algo que nos enganche y ser tendencia.
¿Se tendría un buen elenco y buenas historias que llamen la atención del público para que se enganche al evento y al producto presentado? Recordemos que WWE ha tomado decisiones que más de verse beneficiados, terminarían perjudicándose sin que ellos lo sepan.
Por lo pronto, esperemos que continúe con esta tendencia al año siguiente. Por otra parte, NXT tendrá que igualar la esencia de sus predecesores de tener luchas de calidad en su primer evento especial del año.