Un nuevo torneo y título marcarán los primeros compases del 2017 en WWE. El Campeonato de Reino Unido se convierte en el tributo definitivo a unas islas que, por tradición y evidente conexión anglosajona, vivirán un acontecimiento único y seguramente establecerán un show propio bajo sus dominios, al estilo de lo ocurrido con los cruceros y 205 Live.
Sin embargo, también en analogía con esta división, muchos creen que supondrá otra manera de marcar fronteras con los dos shows principales, pues al parecer, según las palabras de Triple H, este nuevo cinturón sólo será disputado en tierras europeas. ¿Supondrá esto una limitación para las aspiraciones del talento británico en WWE? Quedan algunas incógnitas aún por aclarar hasta el 14 de enero.
Uno de los hechos derivados de la importante noticia fue la contratación de Nigel McGuinness como comentarista del torneo y presumible show semanal. Acto de justicia en toda regla, que pese a todo, no evita la poca consideración que los luchadores británicos han tenido a lo largo de la historia de la compañía. Incluso Italia, de mucha menor tradición luchística, está sobradamente representada en la figura de Bruno Sammartino. Sólo hasta 2009, con la victoria de Sheamus sobre John Cena, un talento procedente del archipiélago no consiguió hacerse con un campeonato mundial. Y es algo bastante extraño considerando la calidad de muchos gladiadores.
El primer nombre que viene a la cabeza es British Bulldog. Su actuación durante aquel mítico duelo en Wembley contra Bret Hart por el Campeonato Intercontinental (SummerSlam 1992) es un credencial que a muchos hubiese servido de despegue definitivo. ¿Qué ocurrió entonces? Unos primeros devaneos con sustancias prohibidas que provocaron la rescisión de su contrato ese mismo año junto a Ultimate Warrior.
Posteriormente, en su segunda etapa, donde protagonizó otro encuentro memorable contra Bret Hart en In Your House 5, decidiría marchar a WCW tras la salida del canadiense. Algo de lo que seguro acabaría arrepintiéndose, ya que allí sufrió una grave lesión que casi lo deja paralizado, la cual además provocó su despido y una adicción a los analgésicos y la morfina hasta el resto de sus días. Por tanto, puede decirse que en este caso, WWE no fue responsable de su carencia de oro. Smith es considerado una leyenda y ha ostentado numerosos títulos, pero quién sabe a dónde hubiera llegado su carrera.
Ahora que los cruceros y la lucha libre más técnica están de nuevo encontrando su hueco en WWE, no puede dejar de mencionarse a un adalid de este estilo: Dynamite Kid, primo de Davey e histórico compañero de dupla, y que también vio truncada su trayectoria cuando en 1997 perdió la movilidad de la pierna izquierda. Un carácter complicado (célebres sus peleas entre vestidores con Jacques Rougeau) y el consumo de drogas marcaron su relación con el producto de los McMahon, de donde saldría en 1988 para no regresar jamás.
Probablemente, de haber procurado un comportamiento intachable, tampoco hubiese llegado a conseguir un título mundial, ya que su físico nunca encajó en las preferencias luchísticas de Vince. Incluso el movimiento más celebre de su legado, el Diving Headbutt (que pese a no inventarlo, fue su mayor popularizador), no resulta exento de polémica tras ser visto como causante de daños cerebrales a largo plazo. Prototipo del luchador extremo en todos los sentidos, para bien y para mal. No dejen de revisar sus combates contra Tiger Mask en la década de los 80.
Otra de las figuras presentes en la conferencia del O2, William Regal, también tiene un historial de drogodependencia que lo mantuvo alejado de los grandes puestos, además de serle diagnosticada una grave cardiopatía en 2003. El inglés ha ostentado en 4 ocasiones (récord junto a D’Lo Brown) el Campeonato Europeo WWE, precedente de la novísima correa; el Campeonato Hardcore 5 veces, dos el Intercontinental, así como un King of the Ring en 2008. Logros que se antojan exiguos considerando la calidad técnica de Regal.
Calidad que lo ha convertido en uno de los mejores entrenadores de la última era: CM Punk, Daniel Bryan, Samoa Joe, Chris Hero o Brian Kendrick fueron algunos de sus pupilos. De nuevo, una combinación de causalidad y casualidad impidieron que lo viéramos portar el Campeonato Mundial de Peso Completo, por ejemplo en 2008, quizá el año más importante de su carrera y que hubiera servido de colofón a la misma, donde recuperó los mejores retazos su gimmick clásico de WCW. Por entonces, una segunda violación de la Política de Bienestar no ayudó a ello.
Caso más reciente de King of the Ring fue Wade Barrett, ganador en 2015. Todo apuntaba a un éxito similar al de Sheamus, ya que el impacto de The Nexus fue brutal en el panorama de WWE (mejor rivalidad del 2010 para Pro Wrestling Illustrated). Imagen y destreza se aunaban para convertirlo en campeón mundial, pero siempre estuvo a las puertas. En este caso, las lesiones fueron decisivas para enquistarlo en puestos medios del cartel, donde siempre brindó buenos combates.
«Bad News» refrescó su personaje en pos de un definitivo status de estelarista, pero nada de esto sucedió. El propio Bennet (apellido real del luchador) insinuó en una entrevista que el gran respaldo de seguidores no fue bien visto por la cúpula directiva, que temía ver eclipsada a otras Superestrellas del momento. A principios de mayo del presente año se anunció su salida, precipitada motu proprio por el británico, quien pretende encaminar sus pasos al mundo del celuloide, sin descartar un futuro regreso a los rings.