Singular como él solo, Vince McMahon es una mente brillante. Su visión es sumamente particular y queda en evidencia con cada Superestrella cuando vemos los shows de WWE todas las semanas. El manejo y las oportunidades que recibe cada uno deriva del potencial que él ve en ellos, en un arte que atrapa la atención del lector cada vez que surge un reporte sobre el asunto.
Al ser el hombre a impresionar, sus perspectivas, aunque con el transcurso del tiempo más extremas e incomprensibles, son motivo de estudio. La suya es la voz definitiva y de ahí que su opinión sea tan buscada. Mientras que, a su vez, es un individuo difícil de satisfacer.
El Vince’ometro regresa en vísperas de un acontecimiento inigualable que se repite cada año, el Royal Rumble. La única fecha en que siempre habrán ojos curiosos, casuales o acérrimos, pues el concepto predomina sobre los nombres, motivo por el que su realización siempre es bienvenida tanto por altos mandos como por aficionados en partes iguales. La pregunta es, en retrospectiva, ¿se arrepintió el jefe en darles el triunfo a estos ganadores?
Pero antes, ¡una rápida parada por la Gorilla Position! La nueva edición de CuadrilateroManía: Royal Rumble 2021 ya ha llegado, esperándote para ser parte del PPV más anticipado del año.
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► Roman Reigns (2015)
Por más mal que le haya salido la jugada de convertirlo en una figura anti-autoridad más adelante mediante un intento de historia de redención —con lo contradictorio que eso supuso—, y por más que la ola de abucheos no se apagaran ni con la aparición de The Rock, no había una sola alma que hubiera podido convencer a McMahon de que un Reigns vencedor no era la mejor idea. Así fue como «el Jefe Tribal» se quedó con la gloria, aunque no sin polémica mediante.
Vince’ometro:
► Triple H (2016)
En retrospectiva, podría afirmarse que aquel duelo entre la autoridad (Triple H, Stephanie y Vince) y Reigns no fue nada del otro mundo bajo ninguna perspectiva. La historia, señalábamos, no logró su propósito al no ser natural, mas sumamente predecible y se efectuó en un momento en el que la gente buscaba exactamente lo opuesto. El combate en la Vitrina de los Inmortales fue más bien normalito, pero pese a todos los puntos expuestos, bajo la visión del CEO, lo que para muchos era un «mal», para él era una necesidad.
Vince’ometro:
► Randy Orton (2017)
Randy Orton es de las últimas leyendas que, dentro de todo, sigue siendo regular en la programación de WWE. Podemos verlo en Monday Night Raw todas las semanas, algo increíble si lo comparamos con otros individuos de su misma camada o previa a ella, pues pocos se asemejan a su calendario. La sensación de que «The Viper» ha perdido el tren de ser un estelarista absoluto —que existió por varios años—ya es cosa del pasado. Sin embargo, en 2017 las cosas eran más bien diferentes, y su victoria pasó bastante desapercibida.
Vince’ometro:
► Shinsuke Nakamura (2018)
Si cualquiera de nosotros le preguntásemos a Vince que escogiera a un gladiador para que no ganase la mítica batalla de 30 hombres en los últimos años, todas nuestras fichas estarían en que se decantaría por el nipón. La barrera lingüística es tan sólo una de las razones —no por nada ha sido parte de distintos equipos en los últimos años—, porque su arsenal luchístico, el carisma y todo aquello que lo caracterizó en New Japan se ha visto reducido en mil desde su arribo a WWE, y un par de logros aparte, hoy podemos ver las consecuencias.
Vince’ometro:
► Asuka (2018)
La primera ganadora del Royal Rumble femenil fue también una Superestrella proveniente de la tierra del sol. Otra que encontró obstáculos a raíz de sus carencias en cuanto al idioma, y que, al igual que su compatriota, sufriría el efecto tobogán tras su gran victoria. No obstante, las cosas han cambiado mucho para ella en la «Era de la Pandemia», y si bien no ha alcanzado ese mismo nivel supremo que alguna vez tuvo, sí se reivindicó entre las caras más reconocidas de su división.
Vince’ometro:
► Becky Lynch (2019)
En el clímax de popularidad, Becky Lynch acabó con la mano alzada, tanto en enero como en abril. Pocas decisiones resultaron ser tan acertadas como el empuje que la pelirroja recibió, y es que Lynch es en la actualidad una de las pocas verdaderas estrellas que tiene WWE en el menú, y McMahon lo sabe. Precisamente ahora no se encuentra disponible, mas podemos anticipar que al momento de regresar volverá más fuerte que nunca.
Vince’ometro:
► Seth Rollins (2019)
Con un Reigns fuera de circuito mientras se recuperaba de una leucemia, quien fuese su compañero en The Shield tomó de alguna manera las riendas de la empresa y fue uno, sino el máximo chico bueno a lo largo del año. El Royal Rumble entró en el paquete, junto con una limpia conquista ante «El Conquistador» mismo por el Campeonato Universal. Sus intenciones son muy distintas en la actualidad, de eso no hay duda.
Vince’ometro:
► Charlotte Flair (2020)
Cuando pareciera que bajara un escalón, sube dos más. A esta altura, queda claro que Charlotte Flair es lo que John Reigns o Drew McIntyre para las mujeres. Sí, Lynch pareció quitarle la corona en tiempos recientes. Ahora bien, con la irlandesa fuera de circulación, simplemente no hay nadie que se acerque a «La Reina», y en Royal Rumble 2020 lo demostró. En este momento no es un Campeonato máximo; sí el Campeonato de Parejas. Sea como fuere, la gladiadora siempre tiene a mano una prueba de que es la mejor… o por lo menos para McMahon.
Vince’ometro:
► Drew McIntyre (2020)
En retrospectiva, ¿podemos decir que funcionó el experimento de Drew McIntyre como «El Hombre» en WWE? No se sabrá realmente mientras no haya público en las butacas, porque recién entonces se sabrá si el Campeón WWE es un vendedor de entradas.
Por lo pronto, sabemos que en la venta de mercancía ha cumplido —de lo contrario, McMahon hubiera descontinuado su empuje—, como así que la aceptación del público, está. Sucede que la popularidad no siempre te hace digno de ser un gran taquillero, y eso es lo que queda por ver con un McIntre cuyo verdadero desafío estará cuando Reigns vuelva al bando técnico. Entonces sí será la hora de la verdad.
No obstante, cada cosa a su debido tiempo, y si de tiempo hablamos, con una mano en el pecho podemos afirmar sin temor alguno que el 2020 fue el año del gladiador de casi dos metros. McIntyre no sólo ha sido la rebelación por su carisma, sino también por habernos regalado grandes combates y aún mejores rivalidades. En todo momento se notó su confianza en sí mismo. Y Reigns puede temer, porque definitivamente ya no es el único dueño del patio, y vaya que McMahon será el primero en decírtelo.
Vince’ometro:
