Por Gladys Trujillo
La pelea entre Jessie Vargas y Tony De Marco llevaba en medio la disuta del Título de Peso Súper Ligero de la Asociación Mundial de Boxeo.
Vargas se ha mantenido invicto por muchos combates y De Marco iba por la hazaña, arrebatarle el título y el invicto en na sola noche.
Empresa nada fácil para De Marco porque Vargas es muy poderoso y con buena estrategia boxística. Si bien la última pelea de Jessie, contra Anton Novikov no fue demasiado llamativa, logró sacar el resultado. Sin embargo, por el estilo de Tony, se esperaba un combate más explosivo.
Y cumplieron con creces.
En el primer round, De Marco explotó y llevó ligeramente el mando de las acciones, buscó poner presión al campeón. Hubo un choque accidental, la cabeza de De Marco impactó en el pómulo izquierdo de Vargas y le hizo un corte peligroso.
Sin embargo, hubo un alto grado de maestría en la manera en que se sacó adelante la lesión de Vargas, ya que impidieron que la herida sangrara demasiado y que se cerrara el ojo izquierdo de Jessie.
Además, el campeón jamás retrocedió. A lo largo de la historia hemos visto boxeadores que se echan para atrás cuando presentan una herida de la magnitud de la de Jessie. Pero también hemos visto los que continúan con su ritmo de ataque aun con el riesgo de ser dañados. Ese fue el caso de Vargas.
Le puso el pecho a las balas y sacó sus mejores golpes ante De Marco. Tony no se desesperó al intentar entrar por el flanco dañado de Jessie, si no que mostró buena calidad de golpeo arriba y abajo. Le puso intensidad cuando encerró al campeón contra las cuerdas y aguantó muy bien los intercambios. Conectó buenos upper cuts (golpes ascendentes) que entraron directos en la humanidad de Vargas.
Tony De Marco logró un gran triunfo anoche aún sin ganar el combate: gracias a él, Jessie Vargas lució como un verdadero campeón. Tal vez no sea el momento de ser campeón para De Marco, pero demostró ser un gran rival, que puso en un lugar más alto el desempeño de Vargas. La defensa anterior de Jessie, ante Anton Novikov se vio floja y nada espectacular. Sin embargo, ante la propuesta de De Marco, debió ponerse a la altura del reto.
Eso y que ambos peleadores llevaron a un par de grandes entrenadores: Roy Jones del lado de Vargas y Freddie Roach del lado de De Marco.
Finalmente, Vargas retuvo su título por decisión unánime y mantuvo su invicto.