Resulta curioso cómo el factor público es soslayado por la mayoría de analistas a la hora de valorar lucha libre desde que el estallido de la pandemia obligó al distanciamiento social, y con ello la realización de espectáculos quedó trastocada por completo.
Y el primer gran evento de WWE que sufrió tal distopía fue precisamente su mayor cita anual. La empresa tomó la criticada decisión de, a pesar de la tormenta epidemiológica, sacar adelante WrestleMania 36 en una fecha distinta a la original (o más bien, dos fechas), con el consiguiente cerrojazo a todo el «WrestleMania Weekend», y al amparo del Performance Center de Orlando (Florida).
Más allá de la controversia de su realización, lo cierto es que WWE, de alguna manera, consiguió adaptarse a las circunstancias, ofreciendo un show en dos partes con varios combates cinematográficos que ya se convirtieron en una praxis habitual durante los siguientes meses en la programación de la compañía. Pero, no obstante, nada que se asemejara, ni por asomo, a una verdadera entrega de WrestleMania.
► Triple H reivindica la importancia de los fans
Hoy, con la esperanza de que de aquí a la primavera vuelva un ápice de la normalidad de antaño, McMahonlandia espera que WrestleMania 37 sí esté arropada por el calor de público presencial, tras los muros del Raymond James Stadium de Tampa, sede original de WrestleMania 36.
Y echando la vista atrás, bajo entrevista concedida a Sports Illustrated, Triple H lanza ahora un interesante juicio de valor acerca de aquella insólita edición de los pasados días 4 y 5 de abril.
«Es difícil para mí pensar en el show del pasado año en el Performance Center como una WrestleMania. Se dieron algunos momentos espectaculares, pero no fue el espectáculo al que estamos acostumbrados. Antes del año pasado, ¿podías imaginar una WrestleMania sin fans? Hacemos lo que hacemos por nuestra base de fans. Este año, haremos todo lo que podamos para que sea algo especial, tan seguro como sea posible.
«Somos muy distintos de otros deportes. En algunos deportes, uno intenta desconectar del ruido del público, como apagar ese estímulo externo cuando vas a lanzar un tiro libre. Para nosotros, todo se basa en la agitación. Somos el único deporte donde instamos a hacer más ruido. Todo se basa en que los fans participen».
