WWE se encuentra en plena etapa de transición. Con la división de marcas a la vuelta de la esquina, Vince McMahon y compañía siguen en la búsqueda de nuevos talentos para dar los toques finales a la separación y rellenar los aún incompletos elencos de sus tres marcas.
El caso es que para Raw y Smackdown se buscará re-contratar viejas Superestrellas como así ascender a los nombres más relevantes de NXT, pero aquí es donde se presenta el problema: como ya es sabido, subir a las estrellas más relevantes de la marca de desarrollo a «las grandes ligas» dejará falta de talentos relevantes a la misma.
En vista de estos cambios, en un principio muchos fanáticos se mostraron preocupados dada la especulación de que quizá estuviéramos presenciando lo último de NXT, y el hecho de que el más reciente TakeOver se llamara «The End» no hizo más que aumentar el nivel de preocupación. Sin embargo, nada estuvo más lejos de la realidad, puesto que, tal como lo afirmó Triple H, este era tan sólo el final de una era en NXT y otra nueva comenzaba.
Finn Bálor, Shinsuke Nakamura, Samoa Joe, Bayley y American Alpha, básicamente las estrellas más populares de la marca, son algunos de los nombres cuyo debut en WWE podría decirse que es inminente. Algunos de ellos harían su presentación durante las elecciones de WWE Draft, mientras que otros aparecerían recién a tiempo para SummerSlam, pero es un hecho que trate de quien se trate, será más temprano que tarde.
Ya dijimos que los altos mandos han puesto la mira en dos de los talentos más preciados de Ring of Honor como lo son Moose y Roderick Strong. También mencionamos que existía interés en Tommy End, otro luchador que supo hacerse un nombre en el circuito independiente en los últimos años. Y si a ellos les añadimos los recién llegados Bobby Roode, Eric Young, Authors of Pain y Andrade «Cien» Almas, y las ya reconocidas caras de Hideo Itami, Asuka, Austin Aries, Johnny Gargano y varios otros, muchos podrían considerar a este un roster establecido.
WWE, por el contrario, no se conformará con poco. Pese a la idea original de entrenar a los estudiantes del Performance Center para ser luchadores, Triple H ha preferido adquirir talento que ayude a vender los eventos en vivo y así no dar un paso atrás en cuanto a la calidad del producto. Es por ello que la búsqueda se sigue expandiendo, y los últimos en añadirse al radar de WWE han sido Noam Dar, Big Damo y Will Ospreay.
Tanto Dar y Damo como Moose y End formarán parte de los tryouts que llevará a cabo la empresa próximamente en el PC de Orlando, pruebas que definirán si los cuatro terminarán recalando en las filas de la compañía. Se desconoce si Strong, por su parte, se presentará, pero tratándose de una estrella más que consolidada, lo más probable es que los oficiales contacten con él de forma directa.
Por supuesto, no serán sólo cuatro aquellos que recibirán la oportunidad de ponerse a prueba para obtener un contrato. Se sabe también del gigantesco Cedric Rougeau, hijo del legendario Jacques Rougeau, de más de dos metros y 129 kilos, que puedes ver en la siguiente fotografía junto a su padre:
At 6’8 285lbs I know for a fact Vince has a superboner for this kid.Cedric Rougeau is only 23. Future champ #WWE pic.twitter.com/XWZadngkqO
— Antonio Nunya (@Mr_Nunya718) 21 de junio de 2016
En lo que concierne a Ospreay, la sensación británica de 23 años ha sido uno de los más buscados para el torneo Cruserweight Classic que se transmitirá el mes que viene en WWE Network pero, a diferencia de Noam Dar, en su caso no lograron conseguirlo dado que viene de firmar contrato con NJPW hace unos pocos meses. No obstante, parece que la empresa todavía no se ha rendido y está haciendo lo posible para contratarle.
Los directivos tienen los ojos bien puestos en el torneo de cruceros que arrancará el 23 de junio, así que no hay que descartar que alguna que otra estrella termine sorprendiéndolos y pueda terminar formando parte de la empresa; talentos de calibre sobran.