Después de tres derrotas de forma consecutiva, Travis Browne hará su regreso al octágono el próximo 8 de julio en UFC 213 peleando contra Oleksiy Oliynyk. Para prepararse, está contando con la ayuda de uno de sus grandes enemigos, Josh Barnett.
A finales de 2013, la actual pareja de Ronda Rousey consiguió noquear a su compañero, haciendo un gesto tras finalizar la pelea mostrando su mala relación. Por eso es tan sorprendente que ambos estén entrenando juntos ahora mismo.
El peso completo que peleará esta misma semana explica esta situación.
«Él estaba muy molesto después de mi celebración. Después hablamos y me sorprendió porque estaba tranquilo. Lo tomó de la mejor manera que podía imaginar. Yo estaba con la guardia baja porque fue la victoria más importante de mi carrera en ese momento. Después le pedí disculpas. Ahora estamos entrenando juntos».
En cuanto a su futuro, el estadounidense querrá romper su mala racha con una victoria que si bien no supondrá un gran impulso hacia una posible oportunidad por el título, sí que le servirá para dar un golpe sobre la mesa y demostrar que sigue siendo de los mejores.
Por su parte, el peleador ruso-ucraniano llegará con muchísima experiencia ya que tiene un récord profesional de 51-10-1 y tras una reciente victoria. No cabe duda de que muy motivado de cara a competir contra uno de los grandes nombres del peso completo.
En cuanto a Josh Barnett, tras su victoria sobre Andrei Arlovski a finales de 2016, no está claro que vaya a continuar peleando. De hecho, parece más interesado en comenzar una carrera en la lucha libre profesional tras debutar en Impact Wrestling, ahora GFW.
Fuente: BJPenn.com