Tony DeMarco peleó por última vez el 12 de diciembre de 2015 y perdió. Con esa había ligado su tercera derrota en fila.
Un tiempo atrás había mencionado que se retiraría de los encordados, pero no lo había cumplido.
Luego de un año y dos meses de inactividad decidió hacer una pelea más. Tijuana fue el escenario y Luis Solís su oponente. Fue un combate de peso welter.
DeMarco empezó lento, lo cual no es extraño porque pasó mucho tiempo sin pelear. Lo extraño fue cuando empezó a recibir demasiados golpes de parte de un hombre que tiene una técnica menos depurada que Tony.
En un principio las acciones de Solís se veían más certeras. Sus impactos entraban de lleno aunque no con tantísimo poder. De haber llevado más fuerza en los puños, Solís habría (de menos) hecho sangrar a DeMarco o lo habría mandado a la lona.
Pero curioso caso, siendo Solís quien llevaba ligeramente el control del combate, recibió un zurdazo que lo hizo caer al suelo. Nada de gravedad (excepto que significaba un punto menos) porque pudo seguir el combate para meterle muchos más golpes a Tony.
Esta pelea fue curiosa por el hecho de que DeMarco fue puesto en apuros en una pelea donde el talentoso era él. Y tal vez fue por ese talento que no perdió puntos por caída y que incluso ganó el combate.
Aunque Solís conectaba muchos golpes, no eran tan contundentes como para causar mayor daño. En un momento dado, Solís mostró cansancio y falta de aire. Ese también fue factor para que DeMarco saliera con la mano arriba.
Pasada la primera mitad del combate Luis Solís mostró fatiga. Aunque buscaba conectar seguidillas de golpes (que logró en varias ocasiones) le empezaba a ser difícil seguir a DeMarco por el ring.
Y debido a eso se forzaron las acciones al golpe por golpe.
Al final, el combate se fue del lado de Tony DeMarco.
Nota al pie: Si DeMarco desea seguir boxeando, necesitará emplearse más a fondo. Esta pelea fue calentamiento y está bien para sacarse el óxido pero en la siguiente ocasión deberá mejorar su condición y repasar la técnica para que no reciba tantos golpes innecesarios.