Ha llegado el día. Finalmente, estamos a unas cuantas horas del tan ansiado —y aplazado— debut de CM Punk en UFC. Puede que suene descabellado, pero después de lo acontecido la tarde de ayer durante el pesaje oficial de UFC 203, es probable que las oportunidades de Punk para anotarse una victoria en su primera pelea profesional sean más grandes de las que pensábamos.
El camino de Phil Brooks en el mundo de las artes marciales mixtas comenzó el 6 de diciembre de 2014. Durante el evento UFC 181, CM Punk le reveló a Joe Rogan que había firmado con la compañía que dirige Dana White.
Para prepararse y adentrarse en esta nueva aventura, Punk se puso bajo la tutela de Duke Roufus, quien ha sido Campeón Mundial de kick boxing en múltiples ocasiones y ahora es el principal entrenador de su propio gimnasio, donde también tiene a Anthony Pettis y Erik Koch como alumnos.
La transición de Punk a las MMA ha sido plasmada en un documental de cuatro episodios titulado La Evolución de Punk. Brooks es un tipo astuto, y desde que fue entrevistado por Rogan en 2014, ha abordado su aventura en las artes marciales mixtas con mucha cautela, como alguien que camina sobre cáscaras de huevo.
Punk ha mantenido la compostura incluso cuando ha sido insultado, cuestionado y denigrado por montones de peleadores profesionales o trolls en las redes sociales (Twitter, principalmente).
«Este es su mundo. Yo recién estoy entrando en él»
CM Punk en The Evolution of Punk: The Ground Up.
«Ambos somos un misterio», es lo que responde CM Punk cuando le preguntan sobre su oponente para esta noche, Mickey Gall. Oriundo de Green Brook, New Jersey, Gall apenas tiene dos peleas profesionales: la primera ante Ron Templeton —en la promoción Dead Serious— y la segunda ante Mike Jackson en su debut en UFC —en UFC Fight Night: Las Vegas—. Ambas fueron victorias rápidas y contundentes.
Gall ha demostrado ser un peleador feroz que es tan bueno golpeando de pie como ahorcando a ras de la lona. Evidentemente, UFC no le ha hecho ningún favor a Punk programando a Mickey Gall como su oponente para debutar en la empresa. Sin embargo, seríamos ilusos —seguramente tanto como Gall— si por un segundo llegásemos a pensar que el CM Punk que esta noche entrará al octágono es el mismo CM Punk al que nosotros y Gall hemos visto en un documental grabado hace más de un año, cuando Brooks apenas comenzaba a adaptarse al deporte.
CM Punk sabe que está en territorio enemigo —sobretodo por su pasado como luchador profesional— y por eso su postura, hasta la tarde ayer, había sido mesurada. La faceta de Punk que pensaba detenidamente sus respuestas (casi como una antítesis de su personaje en WWE) ha desaparecido. La faceta de Punk que mañana entrará al octágono, probablemente con su conocido tema de entrada Cult of Personality, es una versión mejorada y decidida (adquirió el físico que jamás tuvo en WWE, pues recortó su peso a 170 libras).
De hecho, llamó bastante la atención el detalle de CM Punk durante el pesaje oficial de UFC 203: Gall estiró su mano para estrecharla con Punk —en señal de respeto—, pero el oriundo de Chicago simplemente lo ignoró. En años no se había visto tan confiado y seguro de sí mismo a Punk.
Y si CM Punk tiene una ventaja sobre Mickey Gall esa reside en el factor psicológico. Hasta ayer, el ex WWE se había presentado como un tipo dócil persiguiendo un sueño y todos nos tragamos su historia, incluso Gall —quien se vio ‘afectado’ por la indiferencia y determinación de Punk— (como un fragmento de la canción Cult of Personality: «Mírame a los ojos, ¿qué es lo que ves?»).
Psicológicamente, CM Punk ya tiene una ventaja de cara esta pelea.
Puede que el mero acto de no estrechar la mano haga que Mickey Gall pelee con la cabeza caliente, pues significó algo para él: sin previo aviso, el novato sin experiencia en artes marciales mixtas ha sacado a relucir su verdadera personalidad. Eso es algo que Punk puede aprovechar.
La Quicken Loans Arena es un lugar especial para CM Punk que lo pudo haber marcado tanto positiva como negativamente. Fue allí cuando a comienzos del 2014 decidió que no quería trabajar más para WWE.
Poéticamente, es en la misma arena —situada en Cleveland, Ohio— donde ahora tendrá la oportunidad de comenzar una carrera con UFC.