The Rock vs. Triple H: Una lucha de culpables

WrestleMania 41 ya es historia en WWE, pero no precisamente una que se recordará con cariño. A pesar de la enorme expectativa generada en los meses previos, el evento terminó siendo uno de los más criticados en años recientes. La pregunta inevitable es: ¿quién es el verdadero responsable del sabor amargo que dejó WrestleMania 41? Para muchos fanáticos, los dos principales señalados son Paul “Triple H” Levesque, cabeza creativa de WWE, y The Rock, cuya influencia tras bambalinas fue clave en decisiones narrativas importantes. Pero, ¿quién merece realmente la culpa?

►La influencia de The Rock: ¿ayuda o sabotaje?

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The Rock regresó a WWE en 2024 con gran fanfarria. Su aparición en el debut de Monday Night RAW en Netflix sirvió como cierre de sus rivalidades activas ese año, dejando claro que su rol en 2025 sería mínimo. Este movimiento coincidía con los reportes de diciembre de Dave Meltzer, quien afirmaba que The Great One no tenía planes firmes para WrestleMania. Finalmente, esa información resultó cierta.

En una entrevista en The Pat McAfee Show, el propio Rock admitió que su intervención en Elimination Chamber tuvo un propósito muy específico: impulsar la venta de boletos y darle un giro drástico a la construcción de WrestleMania. Fue ahí donde sugirió convertir a Cody Rhodes en rudo, una idea que desencadenó en el inesperado cambio a rudo de John Cena. Esta decisión fue recibida con entusiasmo por parte de muchos fanáticos que esperaron este cambio por años.

►WrestleMania 41: un evento que no cumplió

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Al evaluar WrestleMania 41 en su totalidad, es evidente que el evento no cumplió con las expectativas. Salvo por una sola lucha —Iyo Sky vs. Rhea Ripley vs. Bianca Belair, ampliamente elogiada—, el resto del cartel fue considerado mediocre o directamente decepcionante. La falta de ritmo, creatividad y emoción marcó una edición que debería haber sido el pináculo del calendario de WWE.

Desde el inicio del camino a WrestleMania, había señales de alarma. Las historias en torno a luchadores como Charlotte Flair y, en particular, Jey Uso, generaron dudas sobre la dirección creativa. El cambio de Cena en Elimination Chamber dio una inyección de energía, pero el seguimiento fue deficiente y tardío.

►¿Es Paul Levesque el verdadero responsable?

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Si bien The Rock influyó en decisiones clave, la mayor parte de la responsabilidad recae sobre Paul Levesque, quien hoy lidera el departamento creativo de WWE. Su manejo del cambio a rudo de Cena —esperando dos semanas para dar seguimiento y recurriendo al viejo cliché del “culpo a los fanáticos”— fue un grave error de timing y ejecución. En lugar de aprovechar el impacto, se diluyó cualquier emoción inicial.

En SÚPER LUCHAS premiamos a Triple H como programador del año tanto en 2023 como en 2024, pero los resultados de WrestleMania 41 plantean dudas serias sobre su capacidad para manejar el evento más importante del año. Tuvo seis semanas completas para construir la rivalidad entre Cody Rhodes y John Cena, y sin embargo, la historia fue floja, sin profundidad ni verdadera tensión dramática. Además, muchas otras rivalidades parecieron improvisadas o forzadas.

►Conclusión: ¿fracaso compartido?

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Aunque es fácil señalar a The Rock por alterar la narrativa y tomar decisiones arriesgadas, la responsabilidad última recae en quien tiene el control creativo. Paul Levesque no supo capitalizar ni organizar adecuadamente los recursos a su disposición. Si WWE quiere recuperar la confianza del público de cara a WrestleMania 42, será necesario hacer un análisis interno honesto y profundo.

El legado de WrestleMania 41 no será uno de grandeza, sino un recordatorio de que las decisiones creativas apresuradas, los giros mal ejecutados y la falta de coherencia narrativa pueden hundir incluso al espectáculo más emblemático de la lucha libre profesional.

 

 

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