Terrance McKinney tuvo uno de los debuts más memorables de UFC por varias razones. Primero, estaba el nocaut de siete segundos que registró.
McKinney, un destacado de Legacy Fighting Alliance con una inclinación por los finales a la velocidad del rayo, intervino con ocho días de anticipación en lugar de un Frank Camacho lesionado apara enfrentarse a Matt Frevola en UFC 263 el sábado pasado. Aterrizó un 1-2 en el botón para que Frevola fuera al piso, y la pelea fue casi inmediatamente despedida. Es el nocaut más rápido en la historia de peso ligero de UFC.
Luego estaba la otra razón por la que su debut nunca será olvidado. Poco después de que el árbitro interviniera, McKinney cargó hacia la valla y se subió a la mitad del camino para celebrar antes de pensarlo mejor. Se dejó caer y aterrizó de manera extraña, inmediatamente se agachó y se agarró la rodilla derecha. El lunes, McKinney habló con MMA Fighting y relató el momento emocionante y vergonzoso.
«Yo estaba como, ‘Dios, soy un idiota. Porque recuerdo que estaba a punto de subirme a la jaula para sentarme allí, pero recordé que dijeron algo como ‘No puedes hacer eso más o te multarán’. Así que fue tan rápido, tuve que pensar dos veces, ni siquiera estaba concentrado en eso, fue como, ‘Oh, no puedo hacer eso».
«Eso es lo que estaba pensando en mi cabeza, y luego no estaba pensando en el aterrizaje y aterricé en mi pierna extraña«.
Por ahora, McKinney espera que su lesión sea simplemente una hiperextensión en lugar de algo peor. Está programado para someterse a una resonancia magnética esta semana.
“No creo que sea una rotura porque ahora puedo caminar sobre ella, pero no soy médico y tengo una alta tolerancia al dolor, así que tengo que hacerme una revisión de cualquier manera. No creo que sea nada importante y si lo es, no es mi primera lesión, así que me aseguraré de cuidar mi cuerpo, escucharlo bien y no volver corriendo».
A pesar de su KO histórico, McKinney no fue uno de los cuatro peleadores en recibir una bonificación después de la cartelera del sábado. Este fue en realidad el cuarto final consecutivo en la primera ronda para McKinney, con tres de ellos ocurriendo en menos de 20 segundos (el otro fue el nocaut en 72 segundos de Michael Irizarry Ortiz que le valió a McKinney la convocatoria para enfrentarse a Frevola).
El presidente de UFC, Dana White, dijo en la conferencia de prensa posterior a la pelea de UFC 263 que se ocuparía de McKinney, y aunque McKinney espera que White posiblemente le envíe una bonificación, eso es secundario a la emoción de obtener su primera victoria en UFC.
«No me importaba en absoluto. Como dije, estaba tan agradecido con Dios solo por estar allí y solo por tener una actuación como esa, nada puede derribarme incluso si no obtuve una bonificación. Solo para obtener una victoria así, fue tan surrealista «.
Si todo está bien con su rodilla, McKinney quiere mantenerse activo y también concentrarse aún más en su golpe, que califica con una «C-plus» en esta etapa de su carrera. Su objetivo final es seguir los pasos de su compañero nativo de Spokane, Washington, Michael Chiesa , un ex compañero de entrenamiento que inspiró el viaje de McKinney, y luego llegar a ser tan grande como Conor McGregor .
«Estoy tratando de ser el próximo McGregor, honestamente, creo que tengo esa explosividad y el poder de realmente sacar a la gente y obtener algunos titulares y finales locos. Al igual que el efecto McGregor, ¿sabes? La forma en que se hizo cargo de todo el juego, eso es lo que busco hacer en todos los aspectos «.