«Stone Cold» Steve Austin tuvo dudas sobre un determinado suceso durante su lucha con Bret «The Hitman» Hart `por el Campeonato WWE en WrestleMania 13. Dudas que de haberse convertido en realidad hubieran evitado uno de los momentos más recordados de aquel combate, cuando él mismo tenía la cara cubierta de sangre mientras gritaba de dolor debido al Sharpshooter que le estaba aplicando su oponente y que finalmente le dio la victoria frente al que fue considerado un héroe caído que nunca se rindió.
Happy 60th Birthday To Stone Cold Steve Austin!
Here is Steve’s favourite match according to him:
No Disqualification Submission Match
Bret Hart vs Steve Austin
WrestleMania 13
March 23, 1997 pic.twitter.com/jJIR77iOnP— GrappleClips (@GrappleClips) December 18, 2024
► Un (casi no) momento icónico
En su autobiografía (vía talkSPORT), Bret Hart recuerda que Steve Austin no estaba seguro acerca de sangrar; en aquella época, que un luchador se provocara esto no estaba bien visto pero ellos consiguieron hacerlo con un pequeño truco:
«Corrí hacia las cuerdas, pero Austin se hizo a un lado y me lanzó al suelo. Escupí la cuchilla que tenía escondida entre mi labio superior y mi encía. Mientras nos golpeábamos en el suelo, le dije: ‘¡Es hora!’. Apenas escuché que me respondía: ‘Quizás no deberíamos’.
«Lo revertí y le dije: ¡Es demasiado tarde!’. Lo arrojé con fuerza contra el cronometrador, y él chocó contra la barricada. Caminé con calma sobre Steve, con Vince [McMahon] mirándome directamente y los fanáticos gritando a solo centímetros de distancia. Agarré la cabeza de Austin y lo golpeé con mis puños como si fueran martillos de goma. Luego lo corté perfectamente, menos de media pulgada de largo y tan profundo como una ranura para monedas. Nadie vio nada. La sangre brotó de su cabeza mientras le daba una verdadera paliza.
«Retorciéndolo en mi Sharpshooter, me eché hacia atrás con todas mis fuerzas. La sangre salía a borbotones de su frente, pero Stone Cold se negó a rendirse y, de alguna manera, encontró la voluntad de resistir. La multitud se unió a él en un largo y agónico jadeo. Cuando apreté el Sharpshooter aún más, rompí cada corazón que Stone Cold acababa de ganar. Al final, Austin no se rindió, pero quedó inconsciente. Shamrock detuvo el combate y levantó mi mano.»
«Había carteles agitándose en mi cara: ‘¿Bret quién?’ y ‘¡Regresa a Canadá!’. Pero los niños aún tenían sus gafas de ‘Hitman’ y me chocaban los cinco para mostrarme que estaban conmigo. Muchos me daban su apoyo pero uno estaba eschando espuma por la boca y me enseñó el dedo anular. Yo hice lo mismo y le grité: ‘¡A la mi*rda’!. «Me encantó. La lucha. Todo. Si alguna vez quise que mis fanáticos recordaran solo una imagen de mí, sería ese momento, mientras caminaba de regreso al vestuario.»