Connor Schell renunció ayer a la junta directiva de WWE. Schell, productor de cine y televisión, citó «una mayor lista de responsabilidades como resultado de su nuevo y ampliado papel en la recién formada The North Road Company» en la presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores como excusa a su abandono de la compañía. Según la presentación, la salida de Schell de la junta directiva «no se debió a ninguna disputa o desacuerdo con la compañía, su administración o la Junta sobre ningún asunto relacionado con las operaciones, políticas o prácticas de la Compañía».
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La renuncia de Schell se produjo junto con la noticia de la formación de North Road Company y su compra de Red Arrow Studios, así como la compañía de producción Words + Pictures de Schell. La medida pone a North Road en control de propiedades tan populares como el reality show «Say Yes To The Dress». North Road Company fue fundada por el ex ejecutivo de News Corp. Peter Chernin. Schell supervisará el negocio sin guion de North Road.
La noticia llega cuando la junta directiva de WWE está en medio de la investigación del presidente y CEO de WWE, Vince McMahon, sobre una serie de pagos de dinero oculto realizados a ex empleadas que alegan mala conducta contra McMahon y el Jefe de Relaciones de Talento de WWE, John Laurinaitis. Según el Wall Street Journal, la investigación comenzó en abril, después de que un acuerdo de confidencialidad entre McMahon y un ex asistente legal de la WWE condujera al descubrimiento de muchas otra series de conductas similares por parte de altos cargos de WWE. Desde entonces, McMahon ha renunciado a sus deberes corporativos, con su hija Stephanie interviniendo como presidenta interina y CEO, aunque McMahon sigue estando presente en la televisión y al mando de la dirección creativa de WWE. Laurinaitis se ha visto obligado a cesar su labor administrativa dentro de la compañía, con Bruce Prichard asumiendo sus deberes por el momento.
Schell es ex vicepresidente ejecutivo de ESPN y fue cocreador de la popular serie «30 for 30», así como productor del documental ganador del Premio de la Academia «OJ: Made In America». La salida de Schell es un «golpe duro» para ESPN, según el analista de medios Rich Greenfield de LightShed que se confesaba en los siguientes términos:
»A medida que ESPN ha tratado de alejarse de los deportes en vivo y expandir el contenido que poseen y controlan, nadie era más importante para su futuro que Connor, este es un golpe duro y sintomático del declive secular de la televisión por cable«.
La sorpresiva noticia de la partida de Schell se produce solo unos días después de que ESPN anunciara los peores recortes en sus 41 años de historia. El Líder Mundial en Deportes está despidiendo a 300 trabajadores, en su mayoría personal de producción detrás de escena, y dejando 200 puestos de trabajo sin cubrir.