Shayna Baszler contra la censura: el Mustang de 1969

Hay Superestrellas de WWE con más y menos libertad, pero nadie en toda la empresa puede hacer lo que quiera. Todos tienen que acatar unas normas. Incluida Shayna Baszler. De hecho, ella entraría más bien en el segundo grupo. Porque si bien es la reina de NXT, la luchadora más dominante en la marca amarilla desde Asuka, pero no tiene un gran nombre. No hablamos de ella como lo hacemos de Charlotte Flair o de Roman Reigns, por mencionar dos que están en el primer grupo.

► Shayna Baszler contra la censura

Pero no hablamos de la Campeona NXT y de la libertad que tiene por un tema realmente importante como sería el dar mejores combates de los que da o hacer mejores promos. Hablamos porque en una ocasión quiso utilizar una camiseta en televisión pero no se lo permitieron. No es una lucha de Baszler contra la censura encarnizada, no es aquel CM Punk vs Vince McMahon. Pero es un buen ejemplo de que, hasta en los detalles más nímios se puede comprobar la libertad de una u otra Superestrella de WWE.

Ella misma contó esto, aunque no estaba segura de si debería, durante una entrevista con Newsweek:

«Ha sido un proceso interesante el comenzar a preocuparme de lo que mostramos en televisión, como cuidar lo que decimos o la camiseta que lucimos. No sé si esta es una historia que debo contar, pero tengo un Mustang de 1969. Es mi posesión más preciada. Y tengo una camiseta que dice ‘I heart 69 mustangs’. La quería usar en televisión y la mostré en mis redes sociales, pero la foto que puse solo mostraba ‘I heart 69’ y me dijeron: ‘No, ahora estamos en la televisión , así que no puedes’. Es algo en lo que no pensé porque solo me interesa mi auto».

Obviamente, todo viene por la connotación sexual del número «69». No tiene que ver con su vehículo ni tampoco con el año en que se matriculó. Un vehículo que vemos a continuación gracias a su Instagram:

Shayna Baszler Instagram

La luchadora cuenta además que en el Centro de Rendimiento les enseñan a todo eso que tienen que hacer, más allá de luchar, cuando entran en escena.

«El objetivo es prepararnos para la televisión, por lo que cuando llegó el momento de apretar el gatillo, descubrimos que estábamos más listos de lo que pensábamos. Fue aterrador hasta que llegamos allí, pero una vez estábamos, pensamos: ‘Está bien, lo conseguimos'».

LA LUCHA SIGUE...
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