Shawn Michaels no solo ha sido conocido a lo largo de sus varias décadas en la lucha profesional como una de las mayores Superestrellas que jamás hayan pisado un cuadrilátero sino que a mitad de los noventa también era conocido por sus excesos tanto dentro como fuera del ring. Desde conductas chulescas, rozando lo abusivo, con sus compañeros hasta fiestas que se alargaban hasta bien entrada la mañana, Shawn Michaels, siempre ha sido genio y figura en WWE.
El pasado fin de semana veíamos en A&E como se estrenaba el documental sobre su carrera, como parte del acuerdo que esta cadena de televisión norteamericana tiene con WWE y fuimos testigos de cómo Triple H sacaba a la luz uno de los episodios más oscuros de la vida de su gran amigo Shawn Michaels.
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► Nunca quiso ser uno más, siempre quiso ser Shawn Michaels
El Shawn Michaels que conocemos hoy es muy diferente al Shawn Michaels que lideró la «Nueva Generación» de talentos en WWE para luchar contra WCW o contra la cruzada que acosó al negocio por el uso de anabolizantes y otras sustancias prohibidas. Aquel niño que vio cumplido su sueño de ser Campeón WWE en WrestleMania 12 no sabía que a la vez que desarrollaba gran cantidad de enemigos dentro del vestuario, también iba a tener unos pocos que siempre le sacarían de un apuro, pasara lo que le pasara en su carrera profesional y en su vida personal; y uno de ellos iba a ser Triple H.
Ante los micrófonos de la cadena de televisión, Hunter comentó cuál era la mentalidad de Michaels en su último combate antes de dejar la lucha profesional por espacio de cuatro años. La lucha en cuestión tuvo lugar en WrestleMania 14 y fue ante «Stone Cold» Steve Austin:
«Estaba muy mal y no tenía nada que ver con su derrota sino con el hecho de que iba a ser reemplazado. No entendía nada porque se seguía considerando el mejor luchador del momento pero nunca llegaba su momento de reconocimiento a todos los niveles y ahora iba a ser reemplazado por Steve Austin como la cara de la compañía. Nunca lo entendió hasta el punto de que una de las cosas más fuertes que le escuché decir fue que la noche después de la lucha en WrestleMania X tenía que haberse tomado un bote de pastillas y haber muerto, ‘Entonces así lo habría conseguido, habría sido más grande que Elvis, la mayor Superestrella de todos los tiempos‘».
WrestleMania X sigue siendo a día de hoy una de las luchas más recordadas de la historia de este deporte de entretenimiento. Por aquel entonces, Shawn Michaels y Razor Ramon se enfrentaron en una lucha de escaleras para dirimir quién era el auténtico Campeón Intercontinental. La victoria de Razor quizás fuera lo menos destacado de aquella noche mágica en el Madison Square Garden, una noche en la que todos ganamos, en la que ganó el wrestling.
