Por Gladys Trujillo
Sin presión ni frustración. Así se siente Sergio Martínez en su más reciente aparición pública, en Argentina.
Y es que Martínez tiene un par de compromisos en Argentina. Primero, hará el papel de anfitrión en «Una noche de Maravilla» donde Carolina «Chapita» Gutiérrez peleará contra Yulhan Luna por el Título de Peso Súper Gallo de la Federación Internacional de Boxeo que está en calidad de vacante.
Posterior a eso, hará un show de comedia en Córdoba también, para cumplir el contrato que firmó hace poco para hacer «stand up» como se le conoce a este estilo de comedia.
Respecto a su derrota contra Miguel Cotto, donde perdió su Título de Peso Medio del Consejo Mundial de Boxeo, mencionó que encontró bastantes errores que le costaron la contienda.
-Analicé mi pelea y encontré con muchos errores. Después de mi primer caída la historia se hizo cuesta arriba. Esa mano me dañó. No me siento frustrado. Si veo la parte positiva de mi carrera hice peleas mundialista y demás, pero perder esta última, dentro de diez años, no van a decir esto.- comentó «Maravilla».
Además, el argentino fue cuestionado sobre su decisión de volver o dejar el encordado. Martínez dijo estar tranquilo sin pelear, aun cuando está a la espera de nuevos estudios que determinen si puede pelear nuevamente. «Maravilla» ha informado que desea volver a pelear, pero que no lo hará si existe el mínimo riesgo de dañarse más la rodilla.
-Si el riesgo es demasiado, no me arriesgaría (seguir boxeado). Si los médicos lo dicen, me someteré a las operaciones. Debo seguir fortaleciendo mi pierna (…) Me tiene que ver una cuantas veces más los médicos para saber cómo continúo. En Estados Unidos me atendió el médico de New York Knicks (NBA) y en España el del Madrid (Fútbol). Los dos profesionales vieron lo mismo y opinaron lo mismo.- expresó Sergio.
El futuro en el boxeo activo no está definido para «Maravilla» Martínez. Sin embargo será una decisión que no le remorderá porque está conforme con lo logrado a lo largo de su carrera profesional. La trascendencia de haber sido campeón nacional argentino sin un quinto ni rivales a vencer, que andaba a pie de la arena a su casa a convertirse en campeón mundial de peso súper welter y medio (sin contar la pelea que le ganó al CMB), será algo que lo distinga de otros boxeadores, de manera perpetua.