Santoral: Un siglo del natalicio de Rodolfo Guzmán, El Santo (P1)

El pasado sábado 23 de septiembre se cumplieron cien años de que en la ciudad de Tulancingo naciera un niño de nombre Rodolfo Guzmán Huerta, quien con el paso del tiempo se convertiría en Santo, el Enmascarado de Plata, la figura central de la lucha libre mexicana, por la cual el deporte espectáculo logró llegar a un nivel de popularidad increíble. Dos días después de éste centenario, un poco opacado por los tristes hechos que nuestro país se vio involucrado toda la semana pasada, SÚPER LUCHAS rinde este sencillo pero justo homenaje al máximo gladiador nacional.

Los orígenes del ser que le dio vida a una leyenda

Aunque nació en Tulancingo, Hidalgo, Rodolfo migró a muy temprana edad a la Ciudad de México, donde se quedaría a vivir el resto de su vida, iba a cumplir seis años. Su madre (doña Josefina Huerta Márquez) estaba enferma y su padre decidió trasladarse a la capital para que la atendieran los mejores médicos, al poco tiempo el resto de la familia llegaba también a radicar en una vecindad del centro.

Inscrito en la primaria Abraham Castellanos, el niño comienza a mostrar mucho interés por los deportes, irónicamente fanático de los Diablos Rojos del México el joven que un día sería El Santo descubre el boom que sufre la lucha libre de la mano de su hermano Miguel (Black Guzmán), recién cimentada por Salvador Lutteroth en la Arena México, comenzó a aflorar el espectáculo por diestra y siniestra, teatros y arenas abrían las puertas al nuevo deporte. Aún con escasos 16 años, el joven Rodolfo debuta con su nombre real el 27 de mayo de 1934 en la Arena Anahuac, enfrentando a Eduardo Palau ─sí, el que a la postre se convertiría en el símbolo de los réferis mexicanos Eddie Palau.

Tocando puertas

Santo vs. El Solitario
Santo es auxiliado por el que fuera uno de sus primeros rivales, Eddie Palau.

El joven pronto asentó cabeza y comenzó a formar una familia. Comenzaba en la lucha libre el auge de las máscaras tras la moda de Masked Marvel, y personajes en primitivas capuchas de cuero comenzaban a llenar los carteles en 1936 y 1937. Rodolfo, al ver que sólo su hermano había podido firmar contrato con la empresa de Lutteroth, comenzó a luchar como el Hombre Rojo. Tampoco pintó para mucho así que alguien le sugirió que reviviera las glorias ya conquistadas por el Murciélago Enmascarado (don Jesús Velázquez Quintero) y comenzó a luchar como el Murciélago por ahí de 1941. Sin embargo la anomalía no pasó desapercibida para Velázquez quien solicitó a la Comisión que interviniera en el caso y quitara el personaje a Guzmán. Decepcionado después de esto sabía que tendría que dedicarse a otra cosa, pues a sus 23 años de edad ya tenía un hijo con su primera esposa, María de los Ángeles Rodríguez, y no estaba generando los ingresos que la familia necesitaba.

Una última oportunidad decide pedir a quien fuera su padrino de boda, don Jesús Lomelí, quien era el programador de la empresa de Lutteroth. Éste tenía un traje, pero aún no decidía el nombre para el mismo: El Ángel, El Demonio o El Santo. Rodolfo además de la oportunidad decide el último de los nombres, con la idea de engañar a la gente, pues el gladiador sería rudo y sanguinario.

¿Un Santo rufián?

Santo vs. Cavernario Galindo
Santo vs. Cavernario Galindo (11 de marzo de 1955).

Así, el 26 de julio de 1942 debutaría con máscara plateada El Santo, en una campal enfrentando en la Arena México a  Bobby Bonales, Lobo Negro, Gorila Macías II, Bobby Rood, Murciélago Velázquez, Pavilivsky y Ciclón Veloz. A éste último, Santo masacra en la final, perdiendo por descalificación, pero ganando de otra manera, pues con soberbia dejó anonadados a todos los presentes.

El Santo comienza a encumbrarse por luchar indistintamente como rudo o técnico en el resto de 1942, lo que lo llevó a que a principios de 1943 tuviera una oportunidad titular ante el propio Veloz por el Campeonato Nacional Welter. Todo ese año mantiene el fajín, además se hace del Campeonato Nacional Medio al derrotar al Murciélago Velázquez, a quién también ya había rapado durante ese año de ensueño (¿Justicia divina contra Velázquez?).

La mala noche del 43:

Carlos "Tarzán" López
Carlos «Tarzán» López (ca. 1940).

Santo tuvo el honor de estar en el evento estelar durante la primera función de la Arena Coliseo, ese bendito local enclavado en La Lagunilla ante el Campeón Mundial de Peso Medio, Carlos «Tarzán» López. Don Fernando Gómez Arias (QEPD) recordaba en las páginas de SÚPER LUCHAS, la revista así esa noche:

“¡Dios mío, hace ya tanto tiempo!… Nunca fue bella la Arena Coliseo, pero si funcional. Tan apretadita alrededor del círculo, del Palenque para gallos humanos, que recoge, aglutina, comprime la emoción popular. Es un vientre de jugosas digestiones. Es un corazón de pasiones concentradas. La hermosura se la da a la Arena el calor del hombre, la familiaridad de los miles de aficionados que han desfilado frente a las antiguas taquillas.
«¡Hace ya tanto tiempo!
«¿Eran mejores los tiempos, o es que nosotros éramos jóvenes? ‘Como pasa la vida y como se viene a muerte a tan callando’ Tarzán López (que en paz descanse) derrotó en dos caídas al hilo al Santo (que en gloria esté). Dos caídas consecutivas dominadas por el gran zacatecano, un campeón mundial inmarcesible, chaparro, repleto de ciencia luchística y de músculo.
«Sí, era ese ayer en que se vendían los zapatos con suelas y los metían en una caja de cartón, y no el hoy en el que el cartón de la caja se lo ponen en la suela… El ayer en que se amarraban los perros con longaniza y la longaniza no sabía, como hoy, a perro…”

La Pareja Atómica

Santo y Gori Guerrero
Santo y Gori Guerrero.

Tras romper con el inmortal Charro Aguayo, la ya entonces Empresa Mexicana de Lucha Libre comenzó a programar a Santo, el Enmascarado de Plata con el ave de las tempestades Gori Guerrero. El duo bautizado por Fray Nano como La Pareja Atómica demostró hacerle honor al mote y conquistó varios triunfos de época. Sus rivales principales fueron los hermanos Shadow, dónde una rivalidad que duraría casi una década tomó forma.

El Santo recordaba así a Gori Guerrero:

“Gori Guerrero fue y es un gran compañero. Nuestro acoplamiento se debió casi igual que teníamos de pensar y actuar en el ring. Parece que telepáticamente nos indicábamos cúal debería de ser el procedimiento a seguir. El pacto tácito que teníamos era el de luchar como uno solo y nuestro lema, triunfar a como diera lugar

“Santo, el ídolo de una generación”, editorial Hit, 1955

El primer Campeonato Mundial

El Santo
El Santo.

El 15 de mayo de 1946, Santo enfrentó después de un torneo al búlgaro Pete Pancoff por el Campeonato Mundial de Peso Welter NWA que estaba vacante quien era el clasificado número uno del mundo. Santo logró imponerse. El Santo recordaba, bueno, no recordaba el momento así:

«Había logrado lo que pocos habían podido conseguir: conquistar un primer lugar en el deporte que practico. Ya ostentaba la corona nacional de peso welter, sin embargo mis aspiraciones eran mayores: no me conformaba, ambicionaba figurar entre los ases mundiales de la lucha y eso era casi imposible, pues existían muchos y muy buenos luchadores con las mismas aspiraciones. Mi ambición me llevó a disputar ante Pete Pancoff el Campeonato Mundial de Peso Welter vacante por la muerte de Jack Reynolds.

«Por fin el triunfo, no supe cómo lo obtuve. Sólo recuerdo que veía como entre nubes a un señor que me ceñía el cinturón y me murmuraba no sé qué. ¿Salí en hombros? No lo supe, sólo supe que mis sueños habían sido sobrepasados y que a mi vida de luchador había llegado el momento más sublime, y que ese era mi momento. Arrebaté a Pancoff el Campeonato Mundial de Peso Welter.»

“Santo, el ídolo de una generación”, editorial Hit, 1955.

El día de mañana recordaremos el resto de su carrera luchística, dejando para una última entrega el fenómeno cultural en el que se convirtió.

LA LUCHA SIGUE...
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