Sam Alvey actualmente tiene una racha de siete peleas sin ganar dentro del octágono. A pesar de ese derrape, no se deja intimidar por ningún peleador en el elenco.
‘Smiling Sam’ está programado para pelear contra Brendan Allen este fin de semana en UFC Vegas 47 en 205 libras. Sin embargo, eso estaba lejos del plan para empezar. Alvey originalmente estaba programado para pelear contra Ian Heinisch en el peso mediano en el evento.
Dicho esto, semanas antes de la pelea, Heinisch se retiró y fue reemplazado por Phil Hawes. Días antes de la pelea, Hawes se peleó y fue reemplazado por Brendan Allen. Debido al aviso extremadamente corto, la pelea se trasladó al peso semicompleto.
A pesar de todos los cambios de oponente, Sam Alvey se ha mantenido decidido. Si bien muchos peleadores probablemente habrían pedido más tiempo para prepararse, él ha tomado todos los cambios con calma.
En el día de los medios de comunicación de UFC Vegas 47, Alvey habló sobre el cambio de oponentes. Explicó que no se opone a pelear con nadie en el elenco de UFC, incluso con Francis Ngannou si se trata de eso.
«No mucha gente acepta peleas con un aviso de semanas. Brendan (Allen) es un rey entre los hombres. Estoy tan feliz de que dio un paso al frente. Desearía que fuera peor para que la pelea fuera un poco más fácil para mí, pero es lo que es».
“Pelearía con Ngannou si me necesitaran. Realmente espero que no me necesiten. Ya me conoces, no importa la categoría de peso. Me llamaron y me dijeron: ‘Oye, Brendan lo tomará en 205’. Dije: ‘Está bien. Cortaré menos peso esta vez’”.
La pelea es una que Alvey necesita desesperadamente ganar. Su racha de siete peleas sin victorias es la racha más larga sin victorias en la historia de la UFC. Sin embargo, si su actitud es una indicación, no le falta confianza de cara a su enfrentamiento del sábado.